Jorge Torres relata que en Kunshan se mantienen estrictas revisiones

Jorge Torres nos reveló que ya volvió a su trabajo, además de que se empiezan a acostumbrar a convivir con la amenaza del coronavirus

Carlos Uriegas

Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama al mundo a prepararse para una ‘pandemia’ por el coronavirus, en China, parece que poco a poco la vida empieza a reanudarse, aunque con severas medidas de control sanitario.

Jorge Torres Hernández, queretano, originario de la colonia Lomas de Casa Blanca, comparte de nuevo su testimonio, en el que menciona que ya reanudó su actividad laboral como ingeniero especialista en programación de robots.

Ya comenzamos a trabajar, la gente que fue probada por el Gobierno de Kunshan (ciudad donde se encuentra la empresa)  pudimos reanudar labores desde el lunes 17.

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Las medidas de seguridad, tanto en la empresa como en la zona habitacional son un poco estrictas; para poder entrar a Kunshan es necesario bajar del coche, registrar tu entrada y tomar tu temperatura diariamente”, nos reveló desde China Jorge Torres.

El termómetro es quien tiene la última palabra, si el mercurio registra una temperatura mayor a los 37 grados, la entrada al parque industrial será rechazada.

A la entrada del parque industrial tienes que entrar caminando y tomar tu temperatura, si es mayor a 37 no puedes acceder y al llegar a la empresa nuevamente es necesario limpiarse las manos con gel antibacterial, tomar temperatura, registrarse y recibir 2 cubrebocas para el día”, narra el especialista en sistemas PLC.

El trabajo, aunque poco a poco se normaliza, no se permite a la gente en estar en espacios cerrados, por lo que tiene que circular el aire.

La empresa permanece con las puertas abiertas todo el día y no es permitido que la gente esté en salas cerradas, por lo que se han sacado las mesas del comedor al taller”, comenta el joven ingeniero.

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Más que estar tranquilos, las personas parece que están aprendiendo a vivir en un entorno restringido en e que el COVID-19 e es una amenaza invisible, pero latente.

Poco a poco la gente mas que estar tranquila… Creo que nos acostumbramos y ya no es tanta la preocupación en general, puesto que en la calle, los negocios y la vida en la ciudad poco a poco va tomando normalidad, no completamente, pero la vida productiva se empieza a recuperar”, cuenta Jorge Torres.

Lo cierto es que en zonas que son menos industriales la vida sigue en un estado más tranquilo y evitan el contacto humano  para frenar casos de contagio.

En el pueblo de mi novia Xin Xhou, donde estuve de vacaciones, la gente ya regresó a trabajar, pero la mayoría de las personas evitan salir de su casa, a lo mucho salen a realizar algunas compras en alguna tienda y vuelven a sus casas”, revela el ingeniero Torres Hernández.

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AMIP.