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El dengue atormenta Honduras, en 2019 murieron más de 400 personas

Foto: NYT
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El dengue atormenta Honduras, en 2019 murieron más de 400 personas. Científicos advierten que se debe a causa de cambio climático New York Times El dengue atormenta Honduras, en 2019 murieron más de 400 personas. Científicos advierten que se debe a causa de cambio climático y una mala administración del  gobierno en el sector salud. … Leer más

El dengue atormenta Honduras, en 2019 murieron más de 400 personas. Científicos advierten que se debe a causa de cambio climático

New York Times

El dengue atormenta Honduras, en 2019 murieron más de 400 personas. Científicos advierten que se debe a causa de cambio climático y una mala administración del  gobierno en el sector salud.

Este año murieron más de 400 personas cuando Centroamérica fue azotada por las peores epidemias de dengue registradas: un tipo de brote que quizá se vuelva más frecuente y generalizado a causa del cambio climático, según advirtieron científicos y funcionarios del sistema de salud pública.

Aunque puede aumentar la propagación del dengue a nivel mundial expandiendo el alcance de los mosquitos que transmiten el virus, la enfermedad ya encontró un terreno fértil en Honduras, por razones ajenas al medioambiente.

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La Organización Panamericana de la Salud advierte que en Honduras, país que representó más del 40 por ciento de las muertes por dengue en Centroamérica este año, la disfunción gubernamental, el alboroto político y la apatía pública han agravado los efectos del cambio climático.

Este año hubo más de 107 mil casos de esa enfermedad viral —más del triple de lo registrado el año pasado— y al menos 175 muertes. En 2018, tan solo tres personas murieron a causa de la enfermedad, según la Organización Panamericana de la Salud.

Pandillas, un impedimento

Las pandillas impiden el acceso de los equipos de personal de salud pública, los cuales se han reducido a causa de recortes presupuestarios y la falta de personal capacitado, a algunos de los vecindarios más afectados para educar a sus residentes y fumigar las infestaciones de mosquitos.

Un tipo de mosquito llamado Aedes,  que se reproduce en las zonas urbanas de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, afecta a los humanos. Cada año, ocurren decenas de millones de casos en más de cien países. Los síntomas pueden incluir fiebre, sangrado interno y convulsiones. Si no se trata de una manera adecuada, la enfermedad puede ocasionar rápidamente el fallecimiento del paciente.

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En Honduras, los funcionarios de salud afirman que el inicio de la epidemia actual fue el otoño de 2018. Luego, la cantidad de incidentes se disparó en la primera mitad de 2019, y alcanzó su cifra máxima este verano antes de descender a medida que terminaba el año. En julio, el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández declaró una emergencia nacional de salud que sigue en vigor.

El brote surgió donde se suscitaron protestas violentas en las calles contra Hernández mientras los manifestantes exigían su renuncia. Estas han ocurrido por temores a que el gobierno tenga planes para privatizar los sectores educativo y de salud.

La nación también sufre de altas tasas de homicidios y una pobreza generalizada, lo que ha forzado la migración de decenas de miles de hondureños en años recientes,  quienes intentan llegar a Estados Unidos.

Un sistema de salud pública consumido por los recortes presupuestarios y una corrupción flagrante ha opuesto poca resistencia al brote de dengue, según analistas y funcionarios.

Es un sistema colapsado, un sistema ineficiente”, comentó Ismael Zepeda, un economista que trabaja en Fosdeh, un grupo de investigación en Tegucigalpa, la capital.

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Poco personal en hospitales

Los programas de vigilancia que detectarían los brotes de enfermedades producidas por mosquitos fueron ineficaces. Las instalaciones médicas del país, mal abastecidas y con poco personal, no podían con las demandas normales de la nación, mucho menos una epidemia de proporciones históricas que requiere una respuesta pronta y bien organizada.

En otro país habría muchos enfermos, pero no tantas muertes”, mencionó Eduardo Ortíz, asesor de desarrollo sustentable y salud ambiental de la Organización Panamericana de la Salud en Honduras. “La cura para el dengue es de carácter político”.

Dinorah Nolasco, la directora regional de salud en Cortés, reconoció que uno de los principales factores que propiciaron la propagación de la epidemia fue la escasez de personal capacitado en la prevención, educación y respuesta. “Frente al virus y su rapidez, no estuvimos preparados”, reconoció Nolasco.

Una empleada de la Secretaría de Salud ha tenido que pagarles sobornos a los miembros de las pandillas —en pequeñas cantidades de dinero en efectivo o marihuana— para poder hacer su trabajo.

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Aunque un mejor gobierno y presupuesto hubiera podido contener la epidemia hondureña, según científicos y expertos en salud, hay otro factor que pudo haber contribuido a la intensidad y alcance del brote: las condiciones climáticas que superan la capacidad de mitigación de cualquier país.

Este año, Honduras padeció una sequía tan severa que ameritó que el gobierno declarara una emergencia en septiembre. Pero, la nación también sufrió episodios de lluvia intensa e inesperada lo que constituye un patrón de variabilidad climática cada vez mayor que, para los climatólogos, lo más probable es que esté relacionado con el cambio climático.

Durante las sequías extremas, los residentes de los vecindarios que no tienen un suministro confiable de agua pública —como sucede en casi todo Honduras— a veces almacenan agua en sus casas, con lo que crean sitios donde se pueden reproducir mejor los mosquitos. Además, durante las lluvias intensas, las inundaciones pueden generar más entornos de reproducción, en particular en zonas con sistemas deficientes de drenaje.

AMIP.

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