El trayecto cotidiano en las rutas del transporte público de Querétaro

Christian Moreno es uno de los usuarios de Qrobús que a diario recorre al menos una hora de su vida en las unidades. Su cotidianidad refleja las historias que se viven en un camión

Isaac Muñoz

Christian Moreno Rosales es uno de los 600 mil usuarios que todos los días dependen del transporte público de Querétaro para su movilidad. Trayectos promedio de una hora se tornan comunes toda vez que la bonanza económica por la que atraviesa la región trae consigo la expansión de la mancha urbana, y en consecuencia la distancia, cada vez menos estrecha, entre el hogar y la cotidianidad.

De la escuela a mi casa me tardo aproximadamente entre una hora; a veces un poquito más, una hora veinte; a veces cincuenta minutos” narra Christian mientras camina de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) a la parada de camiones donde puede abordar las rutas 45, 81 y 21, que lo llevan a su casa en la colonia La Loma.

Luego de ponerle $50 pesos a su tarjeta de prepago Qrobús en uno de los 1,100 puntos de recarga que hay en la ciudad, Christian aborda a prisa la ruta 45 que está a punto de partir.

“Yo creo que el principal motivo serían los choferes, que no tienen el debido respeto hacia los que toman el autobús, y también, no son responsables en las señaléticas para manejar, les vale”, comenta Christián; al tiempo, se observa al operador de la unidad conversando con una mujer que lo acompaña sentada en una cubeta acondicionada como asiento.

A pesar de la reciente renovación de gran parte de la flota del sistema Qrobús, aún quedan vetustas unidades como la ruta 45, que además de su bamboleo adormecedor, muestra vestigios de un sistema de transporte pasado.

Los usuarios, aparentemente, prefieren esperar su ruta afuera de las paradas ‘tipo Dubai’ instaladas en 2018 pese al frío de la noche invernal

A punto de llegar a su destino, Christian se encuentra con la suerte de una ruta con el paso detenido por dos elementos de la Policía Municipal. Se escucha al operador discutiéndoles y uno de ellos aborda la unidad a manera de una breve inspección.

Son a las 21:06 hrs en que Christian puede concluir un viaje iniciado a las 19:50. La ruta, que lo deja con exactitud frente a su casa, se aleja despidiendo ese ruido propio de la urbe que, comenta, no le permite descansar a menudo.