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Hepatitis A es la más frecuente en menores en edad escolar

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La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados Redacción La Secretaría de Salud del estado de Querétaro se une a la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis, que tiene como lema en este 2019 “Es hora de invertir en la eliminación de las hepatitis”, con el objeto de acrecentar los … Leer más

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados

Redacción

La Secretaría de Salud del estado de Querétaro se une a la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis, que tiene como lema en este 2019 “Es hora de invertir en la eliminación de las hepatitis”, con el objeto de acrecentar los compromisos para que haya una respuesta a las hepatitis; así como alentar a las personas a buscar acceso a los servicios de prevención, prueba y tratamiento de esta enfermedad.

Esta concientización se celebra desde 2011 cada 28 de julio, fecha elegida por ser cumpleaños del doctor Baruch Blumberg, científico ganador del premio Nobel que descubrió el virus de la hepatitis B (VHB) y desarrolló pruebas para detectar este virus y desarrollar vacunas.

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La hepatitis es una inflamación del hígado. La afección puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado.

Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de las hepatitis, que también puede deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados. La hepatitis A es la más frecuente, particularmente en niñas y niños (también denominada hepatitisinfecciosa), el virus se encuentra en las heces de las personas infectadas.

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Las hepatitis B, la C y la D se producen de ordinario por el contacto con humores corporales infectados.

No obstante, algunas personas no presentan ningún síntoma y ni siquiera saben que están infectadas. Por ejemplo, la población infantil con hepatitis A suele presentar síntomas leves o ausencia total de síntomas.

Si la hepatitis progresa, los síntomas comienzan a apuntar al hígado, como origen de la enfermedad. Las sustancias químicas que segrega el hígado habitualmente empiezan a acumularse en la sangre, lo que provoca ictericia, mal aliento y sabor amargo en la boca; la orina se vuelve oscura o del color del té, las heces se vuelven blancas, claras o del color de la arcilla; también puede haber dolor abdominal, concentrado bajo las costillas del lado derecho (sobre un hígado inflamado y dolorido) o bajo las costillas del lado izquierdo (sobre un bazo dolorido).

Todas las formas víricas de hepatitis se pueden diagnosticar y hacer un seguimiento de su tratamiento mediante análisis de sangre.

En el estado de Querétaro, cada año se presentan casos de hepatitis A, sobre todo en personas en edad escolar. Hasta la semana epidemiológica 28 de 2019, en las instituciones de salud del sector público se han presentado 128 casos de hepatitis A, de los cuales 91 han sido en menores de entre cinco y 14 años de edad. Asimismo, en este mismo periodo se han registrado dos casos de hepatitis B y seis de hepatitis C.

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Entre las principales medidas de prevención de la hepatitis A y E se encuentran lavarse las manos con abundante agua y jabón, antes de comer y después de ir al baño; no consumir pescado ni mariscos crudos, y no beber agua que no esté purificada, hervida o clorada.

Para prevenir la hepatitis B, la C y la D, se deben evitar prácticas sexuales de riesgo y compartir jeringas o agujas usadas.

Existe vacuna para proteger contra la hepatitis B, indicada en grupos de alto riesgo como son  personal de salud, pacientes en hemodiálisis, homosexuales, personas dedicadas al sexoservicio, usuarios de drogas, receptores de sangre, inmigrantes de áreas que presentan altos índices de endemicidad, recién nacidos cuyas madres porten la enfermedad y presidiarios.

Ante la presencia de la enfermedad, el paciente debe permanecer aislado para evitar contagios. Se deben extremar medidas de higiene e intensificar el lavado de los utensilios de uso exclusivo del paciente. Es importante evitar contacto con el enfermo. Para mayor información, acércate a tu Centro de Salud.

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