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Los andenes de la historia

Foto: Isaac Muñoz y
Gibrán Gallardo
Foto: Isaac Muñoz y Gibrán Gallardo

Este lugar es uno de los más notables ejemplos de la infraestructura ferrocarrilera mexicana, un lugar lleno de nostalgia por donde pasaron importantes personajes Carlos Gutiérrez Agradecemos a Andrea Avendaño Macedo, maestra en Arte y secretaria de Cultura del Municipio de Querétaro, y a la licenciada Margarita Ladrón de Guevara H., jefa del Departamento de … Leer más

Este lugar es uno de los más notables ejemplos de la infraestructura ferrocarrilera mexicana, un lugar lleno de nostalgia por donde pasaron importantes personajes

Carlos Gutiérrez

Agradecemos a Andrea Avendaño Macedo, maestra en Arte y secretaria de Cultura del Municipio de Querétaro, y a la licenciada Margarita Ladrón de Guevara H., jefa del Departamento de Patrimonio Cultural, por permitirnos recabar información sobre la Antigua Estación del Ferrocarril.

En La Otra Banda, entre el río y el Barrio del Tepetate, se ubica uno de los edificios más emblemáticos de Querétaro, el de la Estación del Ferrocarril Nacional, también conocido como Estación González; bello inmueble de estilo inglés, diseñado por el ingeniero R. T. Mc Donald y construido con materiales propios de la región, entre los que destaca la cantera rosa y gris con remates almohadillados y la herrería de punto de sus ventanales.

Fue inaugurada en 1904 y por sus andenes transitaron importantes personajes de nuestra historia local y nacional. Así, con más de 100 años de antigüedad, este histórico recinto, considerado uno de los más notables ejemplos de la infraestructura ferrocarrilera mexicana, nos transporta al siglo XX, cuan – do el ferrocarril era el medio de transporte más moderno.

Rieles hacia el pasado

La construcción de esta estación se inició a partir del año de 1903 y su edificación concluyó en 1904. Fue la segunda parada de trenes que tuvo Querétaro. Era angosta y comunicaba a la Ciudad de México y a Nuevo Laredo, Tamaulipas. Aunque en la inauguración estuvo el presidente Porfirio Díaz, en un acto marcado por la llegada de un tren proveniente de la Ciudad de México, la realidad es que en ese momento no estaba concluida la estación, sino solo la vía.

Por ello, hasta el 3 de octubre de 1904 fue inaugurada por el entonces gobernador del estado, Francisco González de Cosío, en conjunto con el prefecto de distrito. En las cabeceras del andén, aún se pueden ver un par de canteras donde quedó grabada la fecha de la inauguración.

Foto: Isaac Muñoz y
Gibrán Gallardo

El edificio habla por sí solo: caminar por sus pisos y oírlos crujir a cada paso es una experiencia inigualable. Recorrer los andenes y sentarse en sus antiguas y largas bancas a esperar es el pretexto perfecto para admirar el entorno y contemplar un edificio que tiene vida propia.

En la actualidad El edificio ha recibido dos denominaciones que lo distinguen: el 17 de marzo de 1986 fue declarado, mediante decreto presidencial, Monumento Histórico y en 1996 fue considerado dentro de la zona A de monumentos que conforman el Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

En 1996 dejó de existir el tren de pasajeros y hubo un intento fallido por ubicarla como bodega de libros, lo que sería un primer paso hacia su función educativa, pues hoy es un centro cultural (desde su reapertura en 2003). Así, el uso del recinto se suma a una decena de estaciones del ferrocarril a lo largo del país que han sido rehabilitadas como centros culturales, lo cual coloca a este inmueble, y su vocación, en el mapa de museos de sitio relacionados con la vida ferroviaria nacional.

Foto: Isaac Muñoz y
Gibrán Gallardo

El edificio fue donado por Ferrocarriles Nacionales de México al Municipio de Querétaro el 20 de agosto de 2003. Nace así el Centro Cultural la Antigua Estación del Ferrocarril. Dentro de sus espacios abiertos al público cuenta con un teatro, una sala de proyecciones, dos salas de exposiciones y una maqueta a escala propiedad del Club Amigos del Ferrocarril.

En general, sus instalaciones están destinadas para promover la cultura, aprovechando todos y cada uno de sus espacios. Las salas de espera, la taquilla, la chimenea y el restauranta ahora son salones para clases de guitarra, baile, pintura y otras disciplinas artísticas. Además, a partir de 2013 alberga al Museo Interactivo del Títere Pepe Díaz Núñez.

Foto. Isaac Muñoz y
Gibrán Gallardo

En la planta alta está la sala de despachadores, que es el espacio más amplio y ahí se ubica una maqueta de trenes y estaciones antiguas a escala, que construyó la asociación Amigos del Ferrocarril. Querétaro no deja de sorprendernos como un destino histórico; viajar en el tiempo sí es posible, y debe ser a bordo de un imaginario tren que arribe a uno de los sitios más bellos del estado: la Antigua Estación del Ferrocarril.

Con más de 100 años de antigüedad, este recinto, considerado uno de los más notables ejemplos de la infraestructura ferrocarrilera mexicana, nos transporta al siglo XX, cuando el ferrocarril era el medio de transporte más moderno. Se trata de otro México que no hace mucho sucedió, pero que dejó marcado un legado imborrable.

Foto: Isaac Muñoz y
Gibrán Gallardo

Diversas funciones

• Salón de usos múltiples: Aforo máximo de 180 personas. Es de tipo auditorio con silla plegadizas.

• Foro La Chimenea: Aforo máximo de 80 personas, 44 butacas y 36 sillas plegadizas; cuenta con tapanco de madera de 4×5 metros.

• Sala de espera: Un espacio abierto con seis columnas de madera. Su interior se utiliza como galería para exposiciones de pintura y fotografía.

• Foro experimental: De 360° con escenario al centro de 10×10 metros rodeado de 144 butacas por los cuatro costados.

• Galería: Aforo máximo de 60 personas.

• Ágora: Anfiteatro en explanada exterior con gradas de cemento y cantera. Tiene escenario circular de aproximadamente tres metros de diámetro. Aforo aproximado de 150 personas.

MAA

 

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