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El camino fácil, responsabilizar a otros: Mario Maraboto

Es indiscutible que la tarea de los medios informativos es dar a conocer a la sociedad aquello de lo que son testigos Mario Maraboto Al igual que ha sucedido en muchos países, cuando la información publicada sobre una situación concreta es percibida de forma negativa o contraria a los criterios de los personajes involucrados, la … Leer más

Es indiscutible que la tarea de los medios informativos es dar a conocer a la sociedad aquello de lo que son testigos

Mario Maraboto

Al igual que ha sucedido en muchos países, cuando la información publicada sobre una situación concreta es percibida de forma negativa o contraria a los criterios de los personajes involucrados, la reacción generalizada es culpar a los medios de comunicación.

Es sabido la tendencia del actual Presidente de la República de culpar a los medios de comunicación cuando se publica información que cuestiona su gestión del gobierno. Recientemente expresó: “… los periodistas, los medios de comunicación que defendieron a ese modelo (neoliberal) son responsables de que México no tenga los médicos, no tenga los especialistas que se requiere ahora con la pandemia, porque apostaron a la privatización de la educación”.

Los medios de comunicación “reflejan” una realidad social. Si ésta es negativa, no tendrían por qué hacerla parecer de otra forma; inclusive este tipo de realidades son las que generan mayor expectación; ejemplo de ello son las noticias diarias sobre hechos de violencia o de corrupción que sólo reflejan una realidad.

Es indiscutible que la tarea de los medios informativos es dar a conocer a la sociedad aquello de lo que son testigos, de la manera más exacta posible e incluyendo las declaraciones o testimonios del mayor número de actores involucrados en la situación o con experiencia sobre el asunto. Desde este punto de vista podría decirse sin lugar a dudas que los medios reflejan una realidad.

En diversas ocasiones me han preguntado por qué mi insistencia en decir que las crisis de comunicación se tienen que atender con prontitud. La respuesta siempre es que cuando surge una crisis, si no se abre de inmediato la información, los medios presentarán la única realidad que pueden ver alimentada por voceros no oficiales, lo que crea en las audiencias una percepción alejada de la realidad.

Es entonces cuando se asume el camino fácil de responsabilizar a los medios de distorsionar la realidad y afectar la imagen y reputación de la institución que gestiona la crisis. Mientras más tiempo transcurre entre el estallamiento de la crisis y empezar a informar a los medios, la brecha entre realidad y percepción se ensancha, se vuelve más difícil dar a conocer y convencer sobre la realidad y se incrementa el argumento de culpar a los medios. No es culpa del medio sino de quien no informa oportunamente.

Sea en deportes, finanzas, política, espectáculos, etcétera, siempre encontraremos a quien culpe a los medios de distorsionar la realidad, de no informar correctamente y de ser causantes de las situaciones más conflictivas.

Culpar a los medios de ser reflejo de una determinada realidad o de “construir” una realidad no acorde a los intereses de una institución, sólo habla de la incapacidad de los responsables de controlar la situación para llenar de inmediato el vacío de información que aparta la percepción pública de lo que realmente está sucediendo.

Ese es el ejercicio diario de comunicación que presenta el presidente López: ante la incapacidad para gestionar los problemas que enfrenta el país principalmente en los renglones de seguridad, economía, salud y trabajo, el camino más sencillo es responsabilizar a los medios que no le son afines.

La tarea de los medios es informar; la del gobernante es la de al menos comunicar qué está haciendo para  solucionar los problemas y no buscar culpables por su ineptitud.

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