Miguel Ángel Flores/Lo bueno, lo malo y lo peor
LA BUENA
En la cuarta transformación se pregona la redención. Aquellos que antes traicionaron, en Morena pueden ser leales partícipes de su política sin importar si son zurdos o diestros, se les acepta con el arrepentimiento y el ánimo de unidad. La buena para Morena en Querétaro, es que aquellas fracturas que se presentaron con el desacuerdo de Marcelo Ebrard en el proceso interno, quedaron sanadas y unificadas bajo el proyecto de Claudia Sheinbaum. Fue el propio Santiago Nieto, animoso representante de Marcelo Ebrard en la entidad, quien se decantó por Sheinbaum bajo la premisa de unidad.
LO MALO
Quienes estuvieron en todo momento apoyando a Claudia Sheinbaum, como el exrector y ahora senador Gilberto Herrera, quien quedó relegado detrás de Santiago Nieto en la fotografía, incluso con menos protagonismo que el verde ecologista Ricardo Astudillo, quien se sumó al proyecto de unidad de Morena, al igual que otros políticos de izquierda y provenientes de extintos partidos, para buscar la oportunidad que en solitario el partido verde no podría conseguir en las urnas.
LO PEOR
Debido a que obedecen su normativa a capricho y comodidad, en Morena tendrán que revisar si la recién nombrada integrante del Consejo de la Judicatura Federal, Celia Maya, no viola el principio de austeridad al negarse a renunciar a su pensión mientras cobra en su nuevo encargo público. Para la dirigente estatal, Rufina Benítez, los principios de su partido son solo una sugerencia, “el tema de austeridad es un principio que rige Morena y cada quien habrá de tomar sus decisiones ante la ciudadanía, finalmente es la que nos está observando”.