Jorge Roberto Javier Tortajada
En medio de las festividades patrias, la ciudad está envuelta en el caos de la modernización, de sus múltiples procesos de mantenimiento y reconstrucción de su infraestructura, ajustando poco a poco temas urbanos que requieren atención inmediata. Hoy por hoy, necesitamos certidumbre de cómo quedaran cada uno de estos proyectos: desde vialidades, drenajes pluviales y redes eléctricas hasta espacios públicos. Desde infraestructura vial hasta los espacios de ocio, el cúmulo de soluciones van haciendo cada vez más completo el abanico del desarrollo de Querétaro.
El intenso tráfico vehicular capitalino que crece cada día más, por ejemplo, se debe de compensar con una serie de obras para a la movilidad alternativa; espacios que inviten al ciudadano a transitar a pie de manera segura a través de ellos. La acción correctiva de integrar con mejores materiales y amplitud andadores, plazas y banquetas incentiva un mejor sentido de pertenencia y nos ayudará a tener una conciencia cívica que aminore el vandalismo. Entre las condiciones de libre tránsito, seguimos abogando por el desarrollo de áreas peatonales de mucho mayor calidad, para que esta vez recuperen su escala y dimensión, la accesibilidad universal y su carácter de espacio público.
Son pequeñas las acciones que van suman a un todo dentro de la creciente macha urbana estrategias definitivas que integran un entendimiento común, una visión de futuro (a 3, 6 o 9 años) que nos lleve más allá de lo que urge, hacia lo realmente importante.
MT