Raúl D. Lorea
Esta semana vi con decepción que se desechará un Manual de Diseño Urbano que se desarrolló durante muchos meses, conjuntando el trabajo de muchas personas y del que no se hizo mucho divulgación mediática.
La razón fue que había inconsistencias entre el documento digital y el documento físico.
Quienes nos dedicamos a proyectos relacionados con el ámbito público, sabemos que en Querétaro no existía un manual similar y, aunque tenía muchas inconsistencias, fue un primer paso para contar con una referencia técnica, de lo que tanto hemos observado que se diseña sin criterios unificados.
Lo correcto y urgente es emitir un documento en versión 2023, corregido y verificado nuevamente por la misma dependencia que lo publicó en 2021, actualizando aquellos datos que presentaron inconsistencias y darle un mayor peso jurídico elevándolo a nivel de norma estatal o lineamientos técnicos evitando que en un futuro suceda lo mismo con el documento que se emita en esta administración. De lo contrario se está desaprovechando y desechando el trabajo de muchas personas que costó al erario y que ahora volverá a costar para crear un lineamiento nuevo que, dicho sea de paso, tomará mucho tiempo si se hace desde cero.
Ojalá pronto se plantee esta situación, y, como sucedió con el Plan Estratégico Q500, el Manual desechado sea la base de un documento nuevo que retome lo que sí funciona y no desaproveche lo poco que ya se había avanzado, dejando, por ahora, a la ciudadanía y municipios, sin un documento que guíe el diseño de los espacios públicos queretanos.