Cambiar procesos de compra-venta directa a canales digitales implica entender las ganancias para clientes y empresa, ya que no todo es ‘miel sobre hojuelas’. Las ventajas que ofrecen las aplicaciones en línea en algunos casos dificultan los procesos de venta, como el uso de un simple código QR en un restaurante. ¿Por qué puede causar complicaciones?
París se prepara para recibir el próximo año a miles de visitantes que asistirán a las olimpiadas y el sector de restauración requiere rapidez y facilidad para atender a los comensales. Muchos negocios han optado por ampliar el uso del código para ver el menú sin otra opción, y facilitar el pago. Esta tecnología parece simple y útil pero si los viajeros no cuentan con internet está ventaja se convierte en una desventaja.
El tiempo que una mesa tarda en conectarse aumenta el tiempo de uso de la mesa con un costo. La alternativa de ordenar de otra forma podría ayudar a los restaurantes y facilitarles pedir a quienes no tienen internet y a los usuarios menos hábiles para usar tecnología. Sin embargo muchos establecimientos creen que todo debe estar en la plataforma digital. El próximo año sabremos quien ganó ¿Usted qué opina?