Maritza Alonzo Macías
A pesar de que los aceites esenciales han sido utilizados durante miles de años, siendo los egipcios los primeros en hacer uso de ellos, en los últimos años han ganado popularidad. Su consumo se concentra en la industria de alimentos, cosmética y farmacéutica. Los aceites esenciales son extraídos de las plantas aromáticas, son los metabolitos secundarios que generalmente producen la planta para defenderse de sus depredadores y se caracterizan por ser altamente volátiles. Existen diversas tecnologías y/o procesos que se utilizan para extraerlos, entre las tradicionales destacan la destilación por vapor y maceración; las más novedosas son fluidos supercríticos, microondas y la descompresión instantánea controlada (DIC). La DIC se caracteriza por modificar la estructura de la planta, utilizando presión y tiempo, para facilitar su posterior extracción. En el BioIntensification Lab del Departamento de Bioingenierías del Tecnológico de Monterrey, trabajamos con la DIC aplicándola a diversas plantas y/o especias como el cardamomo y la vainilla, catalogadas como la 3ª y 2ª especias más importantes del mundo. En el Lab, hemos logrado incrementar el rendimiento de extracción, mantenido la calidad del extracto. Continuamos trabajando con otras plantas de interés comercial, aplicadas en salud, para extraer los aceites esenciales y/o los fitocompuestos.
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