Kike Mireles
Las elecciones en Coahuila y el Estado de México del próximo 4 de junio serán muy importantes para la política mexicana, pues son el último ensayo previo a la elección de 2024.
Cerca del 15% del padrón nacional acudirá a las urnas, 12% tan solo en el Estado de México, siendo los dos únicos estados del país que aún no han tenido nunca un gobierno de alternancia pues siempre han sido gobernados por el PRI.
En Coahuila, se elegirá al gobernador y 25 diputados locales mientras que el Estado de México elegirá a su próxima gobernadora, es la última oportunidad de que la alianza termine de cuajar o de plano termine de colapsar, el reto es complicado, el resultado del domingo definirá muchas cosas de la elección presidencial y esperemos que el ganador en ambos estados no sea el abstencionismo.
Recordemos que todos los partidos lucharán contra lo sucedido en 2021 donde El 48% de los 93 millones de mexicanos que podían votar, simplemente no votaron.
En la última elección para gobernador del Estado de México en 2017, el abstencionismo fue de 46.47%, o sea prácticamente por cada persona que votó otra no lo hizo; mientras que en Coahuila, también en 2017 la participación superó el 60%.
Veremos de qué lado masca la iguana el domingo.