El domingo 9 de abril, un conductor en estado de ebriedad embistió al automóvil barredora que protegía a un grupo de ciclistas; 3 de ellos salieron disparados. Lamentablemente, estos hechos de tránsito son ocurrencias frecuentes para los ciclistas en sus recorridos por carreteras. Pero sorprenden también las reacciones de quienes preguntaban por qué los ciclistas se arriesgaron, ocuparon todo un carril de circulación y si cumplieron con los reglamentos.
Estos comentarios reflejan una muy arraigada mentalidad cochista que supone la exclusividad del automóvil, pero también resalta una ignorancia sobre la normativa actual. Hay reglamentos que obligan a que los ciclistas circulen por los acotamientos son sumamente restrictivos pues su falta de mantenimiento los hace intransitables con una bicicleta de ruta. Y si bien la mayoría de las leyes federales favorecen al automóvil y prohíben la circulación de bicicletas por autopistas de acceso controlado, el Reglamento de Tránsito del Querétaro que rige en la carretera estatal de Bernal vela por la seguridad de los contingentes en bicicleta, garantizando su derecho a ocupar un carril completo.
Sin duda, falta armonizar las regulaciones con la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial que estipula el derecho de todo tipo de vehículo a usar las vialidades. Pero podemos ir más allá para respetar la jerarquía de movilidad sostenible y promover la construcción de ciclovías regionales, así como impulsar políticas de Alcohol Cero, como en Argentina.
MT