El Gallo 12/Con espolones de gallo
Fue un largo fin de semana y todavía traemos rostro de “carita feliz” y aunque la razón nos pide mesura, el sentimiento nos gana y nos queremos ilusionar.
Sin embargo, debemos de puntualizar algunas situaciones que vimos mal en el “fratricida encuentro”, entendemos que la victoria hace que se perdonen los pecadillos cometidos durante el partido, pero consideramos que vale la pena señalar lo que a nuestra óptica nos molestó.
Primero la alineación de Duarte(11), es un jugador totalmente inoperante, tardó mucho en tocar el balón, si bien es cierto que dio un gran pase a Sepúlveda(15) para el segundo gol, también es cierto que es lo único sobresaliente que ha hecho en 228 minutos jugados en apenas 7 partidos, es muy poco para un jugador con “etiqueta de extranjero”, volvemos a nuestra cantaleta, ¿no sería mejor darle la oportunidad a un joven mexicano? Y no es xenofobia es sentido común. Otra de las cosas que no nos llenaron, fueron los cambios, cheque usted: ¿para qué entró Torres(9)? Independientemente que “Sepú” estaba cansado, seguro aportaba más hasta con calambres; Madueña(22) no rinde en la media cancha, ya lo han intentado y no funciona; y el “combo de cambios” al 85´, que lo único que hicieron fue desajustar el cuadro, Hernández(14) entró desubicado y Cervantes(25) vaya regada que se mandó dejando pasar el balón que a la postre sería el gol que nos puso en aprietos en las postrimerías del encuentro, sin ninguna necesidad nos pusieron a sufrir.
Vuelta a la página, veamos los rivales que nos tocan en fila, Tigres viene herido, con nuevo técnico y seguramente acompañado de mucha de su afición, se antoja difícil, en la cancha y en la tribuna, prueba de fuego para la seguridad dentro del estadio, ojalá sigan con cero tolerancia; Santos, vamos al TSM y honestamente “nuestro coco” allá, nada que agregar. Y Pachuca, un gran plantel, pero quizá con la ventaja que venga calificado y tan tan, se termina el torneo. Y luego a esperar a un Mesías o a padecer a Caliente. ¿Cómo la ve?… ¿Nos seguimos ilusionando?