Raúl D. Lorea
@ArqLorea
Una de las dinámicas más interesantes y polémicas de la carrera de arquitectura son las “repentinas”, que se trata de resolver un proyecto en un corto plazo (24 o 48 horas), bajo presión y con equipos variados donde se involucran todos los estudiantes de la carrera, compartiendo con estudiantes desde el primer hasta el último semestre, como en la vida real, que pocas veces elegimos con quién nos toca trabajar y debemos cumplir los objetivos “con lo que hay”.
Este año, la carrera de Arquitectura de la UAQ, llevó a cabo una repentina en el campus aeropuerto (llamada así porque se encuentra en el antiguo aeropuerto de la ciudad de Querétaro). Las alumnas y alumnos literalmente se mudaron a la universidad y ahí llevaron a cabo su repentina a entregar 48 horas después.
Se trató de replantear los espacios abiertos entre cada edificio del campus, a través de la estrategia de urbanismo táctico (intervenciones económicas y reversibles para evaluar la interacción e ir modificando la propuesta según los resultados obtenidos).
La dinámica me pareció sumamente interesante, enriquecedora, y, lo mejor, es que se verá materializada, buscando mejorar el campus de los propios estudiantes, ya que cada edificio se ha construido en diferentes fechas sin un proyecto general que permita una interacción en los espacios públicos de tal forma que no existen espacios abiertos para leer, para estar, para convivir entre estudiantes.
El reto es grande, tiene mucho aprendizaje y seguramente arrojará resultados de valor para la universidad y, por supuesto para los estudiantes. Desde aquí mi reconocimiento a la Arq. Graciela Márquez Santoyo y su equipo docente, quien lideró la repentina de este año. ¡Esperamos los resultados!