Sergio Arellano/Asesor en Derechos Humanos
@siarellano5
En días pasados, tuvo lugar la celebración del Congreso Cosmos, protagonizado por la Fiscalía General de Justicia, el Centro de Estudios Constitucionales y el Poder Judicial, todos del Estado de Querétaro. Entre las múltiples conferencias, pudo ser partícipe el Dr. Manuel Atienza, uno de los grandes exponentes de la argumentación jurídica y referente internacional para la filosofía del derecho.
Ahora bien, estimada o estimado lector, puedo apuntar que ha sido una de las experiencias más gratificantes para quienes nos dedicamos a la defensa de los derechos humanos. En esta oportunidad, tuve el privilegio de compartir la escucha con jueces, magistrados, académicos, entre otros sectores afines, con la finalidad de tomar nota de sus recomendaciones.
Desde un punto de vista jurisdiccional, comentaba el jurista en mención, que necesitamos profesionalizar la labor de quienes conforman la judicatura y desde mucho antes, obtener el rigor estudiantil que se debe de tener en las universidades. Aunado a esta reflexión, platicaba la necesidad de exponer el punto de litigio con tal finura conceptual y argumentativa, que demuestre los hechos que están en controversia.
En consecuencia, fundar y motivar los pedimentos, así como la actuación respetuosa hacia los juzgadores es fundamental, en virtud de que se acostumbra la usanza de un lenguaje “superior” por parte de la abogacía postulante, que demerita la figura del que juzga con plena facultad para ello.
Entre otros aprendizajes, reconozco el esfuerzo de las autoridades señaladas en la parte primera de este artículo de opinión, ya que el gremio legal, tiene que contar con todos los elementos para su debida actuación en aras de poder representar con profesionalismo a los justiciables.