Imagina que contratas a una persona para que atienda tu negocio, seguramente le pedirías que te informe puntualmente qué vendió, cuántos ingresos existieron, si realizó gastos, si se presentó alguna contrariedad, si su trato con el cliente es correcto, querríamos estar bien informados de lo que hace y de la situación en que se encuentra cada cosa del negocio.
Lo mismo ocurre con los gobernantes, los servidores públicos somos empleados de la ciudadanía, y estamos obligados a informarles, a nuestros jefes, lo que hacemos, los resultados que obtenemos y toda nuestra labor en el ejercicio público.
A esto se le llama transparencia y rendición de cuentas. La transparencia es poner a disposición de la gente toda la información que se genera del trabajo público y la rendición de cuentas es que, esa información, sea entendible para todos.
Sin embargo, sabemos que no todos los servidores públicos, no todas las instituciones, tienen la voluntad de informar, por ello, hemos generado leyes que avalan este derecho, que dan las obligaciones puntuales a los gobernantes y señalan como los ciudadanos pueden hacerlas valer.
Toda la información es pública, salvo aquella que excepcionalmente y por su propia naturaleza, debe mantenerse reservada, a ello le conocemos como principio de máxima publicidad.
Y si cualquier instancia del gobierno, se negara a darte información, o te la diera incompleta, generamos instituciones, organismos que garantizan puedas ejercer este derecho. Ellos verifican si la autoridad que te negó la información tiene alguna razón, o de lo contrario, se le obliga a proporcionarla y, en su defecto, se le sancionará por no cumplir debidamente.
Cada entidad federativa tiene un organismo garante de transparencia, en Querétaro existe la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Querétaro, y a nivel federal el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Gracias a la gestión del INAI nos hemos enterado de casos de corrupción, como la casa blanca de la esposa del presidente Peña, la estafa maestra, o el fraude multimillonario en Segalmex durante la administración del presidente López Obrador.
La transparencia no es un fin, es un medio, gracias al cual, los ciudadanos sabemos cómo actúan nuestros gobernantes, qué resultados obtienen y que permite destapar casos de corrupción.
Por eso, es importante que el INAI y los organismos locales operen correctamente, con autonomía e imparcialidad. Ellos garantizan que la gente pueda pedirnos cuentas, a políticos y servidores públicos, que manejamos dinero de todos y nos han mandatado trabajar en bien de la sociedad.