Fernando Islas
Cuando Andrés Manuel López Obrador habla de que el pueblo es sabio, seguramente se refiere a varios escenarios donde la sociedad organizada ha demostrado que es posible tener decisión sobre el futuro del país, lo que es evidente es que el presidente lleva décadas con el respaldo popular, pasan los años y ya sea como candidato, jefe de gobierno, luchador social o como titular ejecutivo, el tabasqueño sigue abarrotando lo que es el corazón político de México.
El sábado pasado demostró una vez más, la enorme capacidad de convocatoria que tiene, por lo menos me tocó presenciar cuatro diferentes calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, repletas de simpatizantes de AMLO, una verdadera fiesta lo que se vivió, al grito de ¡Es un honor estar con Obrador! se fue llenando el Zócalo y prácticamente todas las arterias viales que llevan a el.
Su discurso contundente, hizo que el público se volviera co-protagonista del mismo, sin duda un patriota quien hoy ostenta la banda presidencial. Para la derecha conservadora nacional y estadounidense no hay dudas, AMLO no se prestará a la manipulación por parte de nadie que tenga en mente violar la soberanía nacional.
Andrés Manuel está en el ocaso de su sexenio, pero su simpatía con el pueblo está vigente, pidió un voto de confianza y no nos falló, con seguridad su nombre será recordado no sólo por quienes llevamos décadas apoyándole, sino por aquellos que se benefician de una política social que privilegia a los que menos tienen y pone en su lugar a los bandidos que se sentían amos y señores de México.
Ahora esperemos a la reacción de la oposición desmoralizada por su falta de proyecto, ni un contendiente decente tienen en sus filas y ya inician a resignarse a que 2023 y 2024 serán años de triunfo morenista.