Los Derechos Humanos (DDHH) son producto de una evolución del pensamiento y la forma en que la sociedad convivimos, enmarcados en la figura del Estado Moderno.
No pretendo ahondar en la historia, pero si, en que la teoría de DDHH, tal y como la concebimos en la actualidad, se da en el marco de la ONU, la cual, los define como “derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.”
Para ello, se hizo un documento llamado Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamada el 10 de diciembre de 1948, redactado por representantes de todo el mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, y en el cual, se establece, por primera vez, que los DDHH que deben protegerse en todo el mundo.
Además, los países miembros, como México, han incorporado este sistema de DDHH en su propia legislación, a efecto de lograr su real cumplimiento. Nuestro país, hizo una reforma constitucional en 2011 de gran trascendencia, que transformó nuestro sistema jurídico y fortaleció de manera integral la protección y respeto a los DDHH.
Pero qué son y qué no son los DDHH: Reconociendo la complejidad del tema, trataré de explicarlo de manera sencilla y con lo que realmente debemos saber: Para que existan derechos, debe haber alguien con obligaciones, en el caso de los DDHH el sujeto obligado siempre (aunque hay quien difiera) es el Estado. Por tanto el único que puede violentar o garantizar estos Derechos, es el Estado.
La primera generación de DDHH, se trata de derechos individuales y universales, que tenemos todos por el mero hecho de ser personas, como son la vida, la libertad o la dignidad. Después, están los derechos políticos electorales, que, básicamente, es el derecho de votar y ser votado, y cuyo titular somos los ciudadanos.
Ya en la segunda generación, que son derechos colectivos, se dirigen a grupos vulnerables, para tener un trato equitativo y los derechos económico – culturales, que son el derecho que tenemos, como sociedad, a tener acceso a una vivienda digna, al agua, al arte y ese tipo de servicios y actividades que nos permiten vivir mejor.
Finalmente, los derechos de tercera generación o de solidaridad internacional, cuyo titular es la humanidad en su conjunto, consisten en el derecho a un medio ambiente sano, son derechos a vivir en un planeta limpio y armónico.
Los DDHH son la garantía que tenemos de que el Estado nos respete, como individuos y sociedad, y que, en su mandato, trabaje por crear leyes, políticas públicas o acciones que nos permitan tener una vida mejor, más humana.