Raúl D. Lorea
Los inconvenientes relacionados con la movilidad inciden directamente en nuestra calidad de vida. Es por ello que se vuelve tan personal cuando nos cambian una ruta de transporte público, cuando nos cierran una vialidad, cuando perdemos tiempo en el auto o cuando discutimos con otro conductor.
En Estados Unidos le llaman Road Rage a la ira violenta detonada por los inconvenientes mayoritariamente relacionados con el tránsito. Incidentes que van desde insultos, maniobras agresivas o riesgosas, hasta lesiones con arma de fuego. En México no se ha analizado este fenómeno porque, hasta hace poco, no había provocado problemas serios como en EE.UU.
Según un estudio realizado por la “Fundación AAA para la Seguridad del Tráfico” de EE.UU.; de 1990 a 1996 se registraron 1,250 incidentes violentos de tránsito, destacando que en el 96.6% las personas involucradas fueron hombres.
Aunque se ha avanzado poco, en EE.UU. ya se distinguen dos delitos relacionados con incidentes violentos de tránsito: “conducción agresiva”, tipificada como infracción de tránsito y la “ira al volante”, tipificada como delito penal.
En Querétaro ya hubo 2 incidentes de tránsito que derivaron en la muerte de dos personas. Es momento de hacer el llamado a nuestras legisladoras y legisladores, para mejorar el marco jurídico y endurecer los requisitos para obtención de licencias de conducción.
Se están dando primeros pasos como las fotomultas, que han sido un gran avance, pero aún se requieren acciones complementarias que contribuyan a una mejor movilidad en nuestro Estado, humanizando nuestro entorno urbano.