Este año será el año de las mujeres, empezamos con la elección de la primera ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la historia de nuestra República, la magistrada Norma Lucía Piña Hernández. Otro lugar donde tendremos una mujer en el poder es en el Estado de México, la elección a gobernador está por definirse entre dos perfiles femeninos, dos ideas de poder y dos partidos políticos, uno que buscará su sobrevivencia y el otro su consolidación, pero al fin y al cabo será, casi seguramente una mujer quien gobierne uno de los estados claves en el país.
En este contexto, se encuadra otra mujer que ha venido preparando su llegada al poder presidencial desde hace ya varios años, Claudia Sheinbaum, la actual gobernante de la Ciudad de México, ella y su equipo de campaña han creando una narrativa donde se pretende sembrar en la mente de la gente que es prácticamente inevitable su triunfo, su slogan principal: “Es Claudia”, es un contundente refuerzo.
Sin embargo, la señora Sheinbaum ha demostrado un manejo irregular del poder durante su administración actual, la de mayor peso y el gobierno que más recursos económicos tiene en todo el país, recordemos algunos casos: la seguridad es un problema que constantemente pone en jaque a la CDMX, desde un atentado al jefe de la policía, los 57 feminicidios hasta diciembre del año pasado, cruceros peligrosos, asaltos, mala atención en materia de salud, caos vial, marchas que sorprenden a la administración, ambulancias piratas, atentados contra periodistas y muchos otros eventos que se desarrollan en la ciudad y ponen a todos los que vivimos aquí y a sus visitantes, en peligro.
Una de las amenazas más grandes está en un sistema de transporte que fue construido a finales de los años 60 y suponía una solución a la movilidad, el llamado “Metro” que actualmente tiene 12 -es un decir- líneas con muchas estaciones de servicio. De este sistema actualmente no funcionan dos líneas, la 12 por un terrible accidente que sucedió el tres de mayo de 2021 donde perdieron la vida 26 personas y la línea uno, que fue cerrada por un mantenimiento mayor. Pero no termina ahí ya ha habido cuatro accidentes catastróficos más, ya sea por choques, como sucedió hace unos días en la línea tres donde murió una persona, incendios por cortocircuitos y otros eventos que ponen en peligro a los usuarios.
Importante recordar las decisiones erráticas de la jefa de Gobierno durante la pandemia, estas fueron por lo menos contradictorias, por un lado se hacía lo que el gobierno federal decía pero a veces, como en el uso del cubrebocas, la ciudad dictaba sus propias políticas, de igual manera en el reparto de tanques de oxígeno, en el número de hospitales COVID y hasta en la forma y proceso de la vacunación.
A la luz de estos acontecimientos, la posible llegada de la señora Sheinbaum a la presidencia pone en tela de juicio su capacidad de responder a los enormes retos que está dejando la actual administración del presidente Obrador, no hablo sólo de las obras que se tendrían que concluir, sino de su funcionamiento real y su productividad, además de la solución a la seguridad con un país, que según señaló el Comando Norte de Estados Unidos (US Northcom) está tomado en 35% por el crimen organizado, más los posibles eventos que pudieran desarrollarse, pues vivimos en una zona sísmica, en un lugar de paso de huracanes, estamos a expensas de crisis globales en materia de salud o financieras. ¿Podrá Claudia independizarse de López? Al llegar a la presidencia ¿Podrá integrar a sus rivales de Morena, a su gobierno? ¿Podrá combatir la corrupción? Con una oposición perdida en sus propios laberintos de luchas intestinas por el poco poder que les queda, irremediablemente ¿Será Claudia?