Seth Pérez
@sethti
Uno de los retos para este 2023 será incluir el trabajo virtual en nuestras organizaciones. Las implicaciones son muchas, pero principalmente requiere un cambio en la forma en que se determinan los negocios, las relaciones y la forma de trabajo. Cuando la supervisión antes era presencial, ahora se requiere supervisar los resultados. Los negocios digitales nos llevarán a incluir una vida digital con algunas características. ¿Cuáles?
Mencionaré algunas de ellas. Se requiere una autorregulación de las personas para cumplir tareas y una claridad de los requerimientos para lograr acuerdos. Muchas veces los ‘jefes’ no saben lo que quieren, pero en otras las personas ocupan su tiempo en lugar de enfocarse en dar resultados. Otra es trabajar con planes, evaluar y autoevaluarse, rendir cuentas y aprovechar los problemas para encontrar mejores formas de trabajo o nuevos procesos.
Por último, se requiere una cultura del registro, de apuntar y escribir lo que sucede. Si no se establecen pizarrones virtuales para que toda la organización conozca qué está sucediendo, la comunicación corporativa, que es necesaria, se perderá. Se perderá también la retroalimentación tanto de los aciertos como de los errores para mejorar. En su organización, ¿qué prácticas están implementando para esta nueva vida digital?