Hola. Soy Lucía Foyo y soy psicóloga. La Navidad es posiblemente la época del año con mayor carga emocional y despierta emociones diversas y contradictorias: alegría, ilusión, tristeza, añoranza…
Las emociones que despierta la Navidad y el cambio de año son variadas y, muchas veces, contradictorias. Sentimos desde ilusión y alegría hasta tristeza y añoranza. Son muchas las reuniones sociales y familiares que nos pueden hacer tanto disfrutar como reencontrarnos con seres queridos. Estas mismas reuniones nos llevan a cometer excesos, ya sea comiendo, bebiendo o trasnochando. Otras veces, las reuniones nos traen al recuerdo de manera especial personas que ya no están y a las que tanto hemos echado de menos el resto del año.
Todas estas intensas emociones tienen lugar en un periodo de tiempo de tan solo dos semanas.
¿Qué emociones y sentimientos nos genera la Navidad?
Ilusión: La ilusión es la palabra que mejor define la cara de los niños cuando ven una imagen de Santa Claus, cuando abren un regalo que les han traído los Reyes o pasean con sus abuelos por las calles iluminadas con los colores de la Navidad. También, muchos adultos viven con ilusión estos días, ya sea por su sentimiento religioso, por sus recuerdos de la infancia o por el deseo de reunirse con amigos y familiares en los días navideños.
Añoranza: Seguramente, a lo largo de las navidades hemos recordado escenas de nuestra infancia que nos encantaría poder revivir. Es muy posible que algunas de las escenas tuvieran por protagonistas personas que ya no están con nosotros.
Amor: Donde hay añoranza seguramente algún día hubo amor. Las personas que más añoramos son aquellas que más han significado en nuestras vidas y a quienes hemos querido.
Tristeza: Tristeza por ver que el tiempo pasa, que la vida es limitada, que ha pasado otro año más o que no volveremos a ver a tal persona. Un año termina y empieza otro nuevo.
Esperanza: Para muchos adultos, esta es la luz que más brilla en la Navidad: esperanza por emprender y lograr algún proyecto, personal o profesional. Esperanza por mejorar la salud. La esperanza es ilusión, y la ilusión nos hace sentir vivos y que cada día tenga su propio sentido.
Culpa: Las celebraciones navideñas nos llevan a cometer excesos. Comemos más de lo que necesitamos, bebemos alcohol, trasnochamos y gastamos mucho dinero.
Felicidad: Felicitamos las navidades porque esperamos que estas estén llenas de alegría y felicidad. Reencontrarnos con un hermano que vive fuera o juntarse con los amigos del colegio es, sin duda, motivo de alegría. La Navidad no sería tal sin felicidad.
Vergüenza: Hay personas que, por su situación económica, no pueden hacer regalos y por ello pueden sentir vergüenza, por ejemplo. Se puede sentir vergüenza al volver a ver personas de las que hace tiempo no sabes nada, o al reencontrarte con personas a las que no has prestado mucha atención el resto del año.
¿Qué emociones te ha despertado a ti la Navidad?