Hoy que tenemos pausa mundialista quiero dedicarle este espacio a uno de los dos mejores jugadores de los últimos 15 años y también uno de los más mediáticos: Lionel Andrés Messi Cuccittini.
Ahora que está a nada de obtener el título hay muchos cuestionamientos sobre si al ganarlo superará a Maradona. Si se trata de dar una respuesta absolutista, la respuesta es SÍ. Es más, me atrevo a decir que aún sin ser campeón del mundo se puede decir que es mejor. Su carrera en clubes eclipsa todo lo logrado por el ‘pelusa’. Pero a mi me gusta más colocarlo en un grupo de los mejores donde conviven Pelé, Beckenbauer, Cruyff, DiStefano, Ronaldo, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo y el propio Lio. Al hablar del grupo élite no me comprometo a decir quien es mejor.
Me he encontrado también con publicaciones en redes sociales donde los fanáticos argentinos invitan a los aficionados merengues a apoyar a Francia y no colgarse de los éxitos de Messi. Como aficionado al Real Madrid, puede decirles que no existe miopía más grande que no admirar la carrera de la pulga. Aún apoyando a otro equipo, admirar y aplaudir lo hecho por Lio es una obligación para cualquier seguidor del futbol.
Pase lo que pase el domingo en la final, a Messi se le debe despedir aplaudiendo de pie. Y después, habrá que voltear al horizonte. ¿Quién es el próximo dominador del deporte más bello del mundo (de acuerdo a la frase de Luis Omar Tapia)? ¿Será Mbappe que el mismo domingo lo veremos en la cancha tomando la estafeta? ¿Será Halland que está esperando en Manchester el reinicio de la liga para acaparar los reflectores? O quizá aún no debuta y tardaremos un tiempo en encontrar el siguiente jugador que maraville a todos alrededor del mundo. Yo seguiré disfrutando el futbol hasta encontrar al siguiente magnífico.