Se cumplen 491 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, según la tradición, sucedieron entre el día 9 y 12 de diciembre en el frío de la temporada y apenas pasados diez años de conclusión de la conquista de México en medio de situaciones todavía muy complejas para los indígenas y, sobre todo, en medio de situaciones muy difíciles en todo el mundo, en donde la reforma protestante había cimbrado a la hegemonía de la iglesia católica.
En medio de estos acontecimientos, se dan estas apariciones, que, sin duda, marcan la historia de México y que, a lo largo de los años, la han marcado, sobre todo, en el ambiente religioso, pero que ha trascendido a situaciones políticas, culturales, sociales y de muchos otros ambientes.
La Virgen de Guadalupe ha estado presente en todas las facetas de la historia de nuestro México, desde el momento mismo de las apariciones hasta el momento actual, pasando por el virreinato, la independencia, la reforma, las intervenciones, la paz porfiriana, la revolución, hasta llegar hoy en día después de una gran pandemia que ha hecho cambiar a nuestro mundo.
No es la intención juzgar si las apariciones tienen o no validez, pero es indiscutible que la presencia de la Virgen de Guadalupe ha marcado a los mexicanos y, así, encontramos a la virgen morena en las grandes manifestaciones de fe virreinal, en la cultura y el desarrollo de esa época. Los virreyes, antes de tomar posesión, iban a visitar el Santuario Mariano del Tepeyac. La expulsión de los jesuitas de los territorios españoles hizo que la virgen fuera conocida en todo el mundo, ya que salió del México español a los lugares en donde llegó la Compañía de Jesús.
No podemos olvidar que hasta Sor Juana Inés de la Cruz le dedicó poesías como parte de su creación literaria. Pero la Virgen acompaño a Hidalgo y a Morelos en la lucha de la independencia. Hidalgo con el estandarte que tomó en Atotonilco y Morelos proclamándola como la Patrona de la Libertad. El mismo padre Morelos, antes de morir en Ecatepec, tuvo la oportunidad de pasar por las afueras del Tepeyac.
La virgen también estuvo en la vida nueva del México independiente, incluso, en el primer congreso que tuvo la república una imagen de ella presidía la sala de sesiones. En la época liberal, el día 12 de diciembre se conservó como fecha festiva para la nación y el presidente Juárez ordenó que el santuario del Tepeyac no fuera afectado por las leyes de reforma.
La revolución continuó con la devoción guadalupana, desde los sombreros con su estampa hasta con los cristeros que murieron al grito de: “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!” Así, la fe del pueblo mexicano se manifestó en la gran devoción a la virgen en la pandemia. Así, con este breve recorrido, hemos destacado la presencia de la Virgen de Guadalupe, a la que los mexicanos le tenemos un gran amor. Mañana y pasado, sin duda, son días de México, en donde escucharemos: “Desde el cielo una hermosa mañana…”
MT