Mario Maraboto
Aun cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró sus perspectivas económicas para México, previendo para 2023 un crecimiento del Producto Interno Bruto de 1.6 por ciento, me temo que la famosa “austeridad Franciscana” de AMLO continuará y que sus proyectos de infraestructura y los subsidios a los precios de la energía elevarán la carga fiscal.
Lo anterior me hace pensar que la inversión en México se contraerá y que, para muchos, será importante buscar en qué o en dónde hacer inversiones de bajo riesgo que permitan una rentabilidad segura en el corto plazo.
Una opción, me dicen los que saben, es invertir en bienes raíces, que dan rendimientos de hasta 30% en un lapso de tres o cuatro años, y representan bajo riesgo, siempre y cuando se sepa elegir el mejor momento, el lugar y el tipo de bien, que puede ir desde un terreno hasta un edificio u otras opciones intermedias. Adicionalmente ofrece varias opciones que varían entre rentar, esperar a que el bien incremente su valor y luego venderlo, remodelarlo para incrementar su valor o, si se trata de un terreno, se puede construir al gusto.
En afán de saber más al respecto, platiqué con Enrique Manzanilla, Presidente de la empresa Chapter Real Estate, con amplia experiencia en las operaciones en bienes raíces, quien me comentó que ahora es un buen momento para invertir en bancos de tierra, es decir, terrenos, en Estados Unidos, ya que, en medio de un entorno recesivo en aquel país, ha surgido una presión en los grandes vendedores de terrenos.
Me explicó que debido a que la Reserva Federal de los Estados Unidos ha elevado las tasas de interés, a muchos participantes de la industria ya no les resulta rentable adquirir inmuebles para reconvertirlos y venderlos, debido principalmente a que arrastran una carga financiera previa como son los costos del desarrollo, las licencias, etcétera. Me dice que hay altas posibilidades de que el mercado americano entre en recesión por lo que la mejor manera de encontrar mejores retornos de inversión es que, en vez de comprar la propiedad ya existente, se adquiera el terreno.
Para él, la adquisición de terrenos en Estados Unidos representa en este momento una oportunidad apetitosa para desarrollos ya proyectados, toda vez que la construcción se ha reducido, lo que refleja el entorno recesivo estadounidense y presiona a los grandes vendedores de terreno. Es el momento de comprar tierra en ese país.
Tan convencido está de que es momento para invertir en bancos de tierra en Estados Unidos, que se ha propuesto levantar 50 millones de dólares entre inversionistas mexicanos para comprar terrenos para luego desarrollar entre 5 y 10 proyectos ofreciendo rendimientos de entre 12 y 15 por ciento anual. La idea es comprar y esperar de uno a tres años para iniciar el desarrollo inmobiliario, lo que ocurre cuando la ventana de inversión es la óptima.
Me parece interesante su plan de negocio ya que no se trata de un improvisado en el tema, sino alguien que tiene experiencia probada en la selección e inversión en reserva territorial y en proyectos de rendimiento elevado, y que ha manejado fondos de inversión cercanos a los 900 millones dólares y fondos de reserva territorial por 600 millones de dólares en diferentes estados de nuestra República.
En suma, creo que, a pesar de sonar arriesgado, ante los esperados efectos económicos que heredará este sexenio, comprar tierra en aquel país representa un alto retorno de inversión, en tanto se esté bien asesorado.