Enrique Álvarez/Crónicas mundialistas
Por alguna extraña razón, a los mexicanos nos encanta ser mitoteros. Le buscamos donde no hay y hacemos grande lo que merece poca atención. Y en época mundialista, donde la pasión por el futbol le gana a más de uno, esto del mitote no podría ser la excepción.
El viernes previo al partido contra Argentina, las redes sociales y los chats de WhatsApp se llenaron de publicaciones que decían que “Tata” Martino, el técnico mexicano, vendería el partido para que Argentina avanzara a la siguiente ronda. Podemos criticar al técnico de la Selección por sus planteamientos, por sus convocados y por el pobre rendimiento en la cancha. Pero no hay nada que nos hable en su carrera de falta de profesionalismo. Y por si esto no bastara, hay que considerar que sus 11 jugadores no son títeres. Ellos se revelarían.
El sábado, después del partido, circuló en redes un video del vestidor argentino festejando el triunfo. En él se aprecia como Messi se quita un zapato y con el pie rosa lo que en apariencia es un jersey de la selección mexicana. Para pronto, varios mexicanos con poco criterio y mucho sentimiento de inferioridad reprocharon que Lio hubiera pisado la camiseta y se hubiera burlado del tricolor. Lo peor de todas estas manifestaciones fue cuando el “Canelo” Álvarez, gran boxeador mexicano, publicó en Twitter “¿Vieron a Messi limpiando el piso con nuestra playera y bandera?”. Después puso otro tweet: “Que le pida a Dios que no me lo encuentre!!”. Las publicaciones del Canelo se hicieron virales y se armó un alboroto twitero.
Yo sinceramente no veo tema en ninguno de los dos casos citados. Es más, imagino a la persona que inicio los chismes botado de la risa regodeándose como la gente reacciona ante una ocurrencia. Me encantaría que el miércoles por la tarde hiciéramos un mitote por ganar y avanzar a la siguiente ronda. La esperanza muere al último.