Sergio Arellano/Asesor en Derechos Humanos
@siarellano5
Cuando hablamos de violaciones a los derechos humanos, pensamos en los posibles agravios que puede cometer una autoridad en contra de un particular. No obstante, en el ejercicio de la profesión, he tenido la oportunidad de identificar el aumento de casos entre el personal que labora en la administración pública.
Es decir, la existencia de ciertos actos presuntamente violatorios de derechos fundamentales cometidos al interior de las instituciones. Hace unos cuantos días, se admitió una demanda de amparo que concedió la suspensión provisional en favor de una maestra de educación primaria respecto a los actos de la autoridad educativa en el Estado de Querétaro.
En ese tenor, la Defensoría de los Derechos Humanos, también calificó una posible violación a derechos fundamentales derivado de la presentación de una queja por esta situación. Más allá de entrar en detalles de nombre y apellido, considero que a la fecha no se cuenta con los protocolos y/o modelos de actuación en materia de hostigamiento, discriminación y acoso entre los que ejercen en el servicio público. Si bien es cierto que el aparato estatal cuenta con un área jurídica y el órgano interno de control, también lo es que el mismo procedimiento, puede resultar favorable para una persona determinada dada su influencia en la dependencia u órgano autónomo.
Ante estos escenarios, resalto la importancia de acudir a las instancias jurisdiccionales para postular un caso específico y de esta manera, exigir el respeto, promoción y garantía de los derechos humanos que debe guiar toda la actuación gubernamental desde un espectro constitucional. En el supuesto específico que le comparto, estimada o estimado lector, resultó un menester señalar en el juicio de amparo, la omisión de contar con estos protocolos y/o modelos de actuación para que cualquier persona servidora pública al servicio de la educación, pueda ser escuchada con plena confidencialidad y diligencia en aras de lograr un ambiente digno en el que pueda desarrollar sus funciones con tranquilidad.
Sigamos generando consciencia en la toma de decisiones con un enfoque integral de derechos humanos.