Roberto Mendoza
El presupuesto federal es el capital que el gobierno prepara desde varios meses de anticipación, porque calcula que es lo que tendrá para gastar; ese monto es fruto del trabajo de todos, ese esfuerzo transformado en dinero se reparte de la manera que mejor cree el gobierno que debe usarse.
Este año el presupuesto será de ocho billones, 299 millones, 647 mil y 800 pesos, usted, yo, todos contribuimos con nuestro dinero y trabajo para que el gobierno decida que sí y que no es lo que necesitamos. Mientras en el resto del mundo, países como Sierra Leona dedica hasta el 34% de su presupuesto en educación, nosotros vamos a gastar sólo el 3%, es decir, 945 mil 11 millones de pesos, el monto para salud será de tan sólo 209.6 mil millones de pesos. El gasto para combatir la corrupción será de tan sólo 6 mil 711 millones de pesos.
Tampoco hay dinero para un tema que debería estar en la cabeza de todo el mundo, la igualdad de género, hay un anexo, casi un parche para “ayudar” a que el presupuesto logre tener esta perspectiva, el llamado anexo 13 al que se le aumentó el dinero, ahora contó con 346 mil 077 millones de pesos, pero sus recursos tramposamente se etiquetaron a favor de los programas sociales prioritarios universales, entre ellos una gran cantidad se van a ir a ¡fertilizantes! ¿Qué tienen que ver los fertilizantes con la igualdad de género? ¿Cómo entenderá esta supuesta transformación la igualdad de género? Estoy seguro que la igualdad no crece en los árboles.
Los programas que tienen un gran presupuesto son: el Tren Maya que tendrá 143 mil 073 millones de pesos y las pensiones del Bienestar con 335 mil 499 millones de pesos, entre otros, juntos todos los programas del presidente, tendrán 770 mil 938 millones de pesos, un gasto por mucho superior a lo que pudiera pensarse es prioritario para todos, de nuevo le recuerdo que este dinero lo pusimos nosotros.
También es importante decir que hay muchos puntos obscuros en el presupuesto, hay grandes cantidades de dinero que no son transparentes, una razón muy sencilla para afirmar esto, es que los programas sociales no tienen reglas de operación, entonces no se sabe exactamente a qué se dedica cada peso, tampoco se sabe exactamente donde se quedó el presupuesto que le fue eliminado a los fondos gubernamentales, no se sabe cómo se gasta cada peso de las grandes obras de este gobierno, en realidad nuestro dinero se gasta como mejor le parece al presidente.
No es poco el recurso hacendario que juntaremos el próximo año para gastar, la discusión se centra en cómo se va a gastar, el presidente asegura que los que no estamos a favor de su visión de distribución del gasto, somos desde racistas y clasistas, hasta traidores a México. ¿Por qué se gasta de esta forma? en realidad no lo sabemos, preguntar nos convierte en sospechosos, a veces hasta en adversarios. Pero es nuestro dinero, lo contribuimos con nuestro esfuerzo, si es nuestro, queremos saber ¿Por qué no se gasta a través de otra lógica o cuál es la lógica del gasto? ¿Se gasta para la clientela, para pasar a la historia? ¿Cuál es la verdadera prioridad de la cuarta transformación? ¿Sigue el presidente y sus más allegados en el reinado del Cash? ¿Ya se acabó el ideal de primero los pobres?…
Hoy juega México, nuestra selección igual que nuestro gobierno no ha despertado mucha expectativa, una mayoría piensa que no llegarán muy lejos, pero el ánimo no decae, muchos soñamos con que nuestra selección sea campeona del mundo, porque todos nosotros, en el fondo, siempre nos vemos como campeones, así lo seguimos demostrando aún a costa de malos gobiernos y algunas catástrofes.