Enrique Álvarez
A tres días de que comience la Copa del Mundo, jugadores, periodistas y aficionados han comenzado a llegar a Qatar. Es momentos de prepararnos para todo lo que no hemos visto en mundiales.
¿Cuánto tardaremos en enterarnos de la primer protesta en favor de derechos humanos u homosexualidad? ¿Cuántas faltas serán cometidas por ingerir bebidas alcohólicas en lugares prohibidos? ¿Habrá mujeres sancionadas por vestir inadecuadamente (desde el punto de vista de las leyes de Qatar)?
Por lo pronto la primera manifestación la hizo la Selección de Dinamarca que asistirá con uniformes totalmente monocromáticos (difícilmente se aprecia el logo del equipo y la marca de ropa) como protesta ante la falta de derechos humanos en el país sede.
Al interior de la comitiva Iraní se teme que haya protestas contra las políticas para la vestimenta de mujeres y la reciente muerte de Mahsa Amini, una mujer que fue detenida por la policía moral (¿existe eso?) por portar inadecuadamente el hiyab.
Mientras eso sucede en el golfo pérsico, en México ya hay protestas. Mi esposa se ha manifestado feroz y abiertamente sobre nuestra agenda de desayunos, comidas y eventos sociales que depende al 100% del calendario de partidos del torneo futbolero. Pero la bomba puede estallar ahora que incluya en el calendario los programas de resumen que tradicionalmente ofrecen Televisa y TV Azteca y que seguramente coincidirán con la cena.
Si usted puede verse inmerso en situaciones caóticas como mi vida, le recomiendo agende salidas a restaurantes para que su pareja se sienta atendida. Invítela por ejemplo a desayunar el Martes 22. Curiosamente coincidirá con el primer partido del Tri. Si quiere quedar aún mejor, invite a comer a sus suegros el sábado 26. Solo no olvide asistir a un lugar con televisores y reservar con anticipación.