El pasado lunes 17 de octubre, se cumplieron 76 años de la Coronación Pontificia de la venerada imagen de Nuestra Señora del Pueblito, que es la reina y patrona de la ciudad de Santiago de Querétaro, además del Pueblito, de Hércules y de La Cañada. Hablar de Nuestra Señora del Pueblito, es hablar de la historia de Querétaro, es hablar de la historia de la evangelización de estas tierras y de todo un sincretismo religioso que tiene esta bella advocación de la Virgen que incluso ha traspasado nuestras fronteras.
No es la intención hablar de la historia de Nuestra Señora puesto que el año pasado hablamos de su historia con motivo de los 75 años de su coronación, que por cierto fue uno de los actos religiosos más emotivos que ha tenido Querétaro en los últimos años y que sobre todo alentó a los feligreses a su devoción en medio de la pandemia que aun el día de hoy estamos viviendo.
En esta ocasión la intención es solo recordar el acontecimiento de la coronación por una parte y también hacer referencia al amor que los queretanos le tienen a la Virgen. Cuando fue la coronación de la Virgen del Pueblito en 1946, creo que, sin temor a equivocarme, todos lo queretanos de alguna manera participaron en ese acontecimiento que se desarrollo en el lugar mismo del nacimiento del queretanismo: el Cerro del Sangremal. En este lugar las manos del obispo de Querétaro y del Arzobispo de México, coronaron a la bella imagen de la Virgen del Pueblito y al Divino Niño Jesús que la acompaña.
He de recordar que esta coronación era un anhelo que los queretanos tenían desde muchísimo tiempo antes, pero por causa de las persecuciones y de las diversas situaciones que vivía nuestro país no se pudo realizar, por lo que ese año fue el propicio para realizar esta ceremonia que sin duda marco la historia de la ciudad de Santiago de Querétaro y de la Diócesis Queretana.
En esta última celebración, he visto como la gente sigue devota de Nuestra Señora, es muy emocionante ver a las personas adultas y a las nuevas generaciones llegar a postrarse ante las benditas plantas de la virgen o acompañarla, como fue el caso, hasta el Convento de la Santa Cruz. Sin duda la devoción a la virgen sigue en aumento, pero también se aumenta ese sentido de pertenencia a Querétaro, a sus costumbres y a sus tradiciones que han sobrevivido el paso de los siglos.
Como escribió Monseñor Salvador Septién Uribe, en su bello himno para la coronación en 1946: “se engrandece por ti nuestra historia…” y sin duda la presencia de Santa María del Pueblito ha engrandecido la historia queretana y de todos los lugares en donde ella es venerada.
Fe de erratas: Pido una enorme disculpa a mis lectores, toda vez que en la colaboración de la semana pasada existieron algunos errores. La fecha correcta del nacimiento del Maestro Eduardo Loarca fue el día 13 de octubre de 1922. La calle de los Infantes donde nació es la calle de Rio de la Loza y el Maestro Loarca fue director del Museo Regional hasta el año de 1986. Ofrezco sinceras disculpas por esos errores involuntarios.
MT