Hablar del temple en el toreo es hablar de la escancia del mismo. Es como referirse a la bravura en un toro de lidia; sin el uno no tendría sentido el otro. Es por ello que definir ‘el temple’ es algo complicado. Una de las definiciones más prácticas sobre este sería el saber coordinar el movimiento del toro que embiste con el movimiento del engaño del torero.
Mucho se confunde el temple con la lentitud; sin embargo, hay que recordar que tanto el temple como muchas otras cosas que se hacen en el toreo, dependen del toro. Es aquí donde entra la capacidad del torero, esa inteligencia para interpretar lo que el toro le está mostrando. El torear a más velocidad que la del temple del toro puede variar su codicia y su embestida, pudiendo ser que no se remate y que por ende no se ligará el toreo. Por otro lado, el toreo lento ocasiona que el burel dé alcance al capote o muleta y ahí termine la suerte. A decir de los entendidos, para torear hay que excitar al toro, citarlo en su sitio y aprovechar su codicia a una distancia adecuada, para posteriormente acompañar a la bravura y al son que el toro indique.
Para poder tener el mérito de ligar una faena, es necesario torear con temple. Muchos de los desarmes y enganchones que se dan, son por falta de temple. Partiendo de la afirmación de que “cada toro tiene su lidia”, es importante que tanto toro como torero se fundan al mismo ritmo, que coincida la cadencia del muletazo con el son del toro. Cuando esto no se da, es porque tienen temple distinto. Para poder entender un poco más este concepto, necesariamente tendríamos que recurrir a Belmonte, ya que su toreo está bordado en base al temple. No decimos que ‘el Trianero’ inventara el temple, sino que él solo lo practicó y lo difundió con un sinnúmero de toros, de una manera tan visible que hizo pasar toros que en otras muletas no pasarían.
Es básico para un espectador el ir entendiendo este concepto, tratar de asimilarlo, a fin de que pueda, en algún momento, diferenciar una verdadera faena de otras que, basadas en pura ‘pirotecnia’, llegaron a ser premiadas de manera incorrecta.