Hugo Lora
Despertamos el jueves pasado con una noticia que impactó a muchos, la renuncia de la ahora exsecretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo. La también coordinadora de la campaña presidencial de nuestro actual presidente en 2018 se despide con un discurso colmado de palabras de mucho afecto, referencias al deporte favorito del presidente y una voz quebrantada.
Las especulaciones y teorías en este tipo de salidas estrepitosas sobran, pero observemos los hechos. Desde el inicio de las discusiones para instaurar la Guardia Nacional en nuestro país en 2018 y 2019, la entonces vicecoordinadora del grupo parlamentario de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Tatiana Clouthier, fue muy clara: ella estaba en contra de la militarización de la Guardia Nacional. Fue una de las tres abstenciones en la votación del 16 de enero del 2019 y, ese mismo día, durante la discusión dijo lo siguiente: “…compañeros diputados y diputadas, y especialmente me dirijo a los de la coalición Juntos Haremos Historia, les recuerdo que la propuesta de campaña fue pacificar al país y desmilitarizarlo paulatinamente, algo contrario a lo que estaríamos votando hoy…”
Ahora, con lo sucedido en el pleno de la Cámara de Senadores el martes pasado, en donde se aprobó la extensión de la permanencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028, el mensaje es muy claro. El rompimiento se dio por dicha disonancia entre el actuar del presidente y los ideales de la exsecretaria.
Muchos especulan que la salida se dio por no haber logrado una negociación positiva frente al mecanismo de consulta promovido por nuestros vecinos del norte, Estados Unidos y Canadá, pero estas teorías no son muy precisas. Dichas conversaciones tendrán una extensión más allá de los 75 días que estipula el acuerdo. Lo anterior debido a que no se quiere llegar a sanciones arancelarias para México y a la proximidad de las elecciones intermedias estadounidenses (8 de noviembre).
Un día después, el presidente nombró a Raquel Buenrostro, anterior jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), como nueva Secretaria de Economía. Esperemos que el actuar de la nueva secretaria en esta secretaría estratégica para el crecimiento del país sea ejemplar.