Raúl D. Lorea
El sismo de 1985 que afectó irreparablemente a la Ciudad de México y que dejó incontables víctimas provocó un cambio radical en la vida de los mexicanos. Entre ellos, surgió la institución que se ha dedicado a salvaguardar la integridad de las personas tanto de manera preventiva como de manera reactiva en diferentes circunstancias: Protección Civil. Fue creada en el contexto en que el gobierno se vio rebasado por la catástrofe de aquel entonces y con la premisa de que la prevención y el trabajo en equipo dan mejores resultados.
A 37 años de aquel lamentable suceso, a 5 años de otro sismo catastrófico y a pocos minutos de haber realizado los simulacros de cada 19 de septiembre, sucedió un sismo con epicentro en Michoacán, sin consecuencias tan devastadoras como los anteriores, pero sí con dos pérdidas humanas en Colima y dejando pocos daños materiales en otras ciudades del país.
En Querétaro, pocas veces hemos sentido movimientos de esta índole, e incluso, la incidencia es tan baja que no se perciben en toda la zona metropolitana, sin embargo, considero que las autoridades deben plantear la necesidad de establecer al menos una estación de monitoreo sísmico en la zona metropolitana de nuestra ciudad.
Para evitar especulaciones, cierro esta colaboración con palabras del Sismológico de la UNAM publicadas en su cuenta oficial de twitter: La ocurrencia de tres sismos de magnitud superior a 7 el día 19 de septiembre es una coincidencia. No hay ninguna razón científica que lo explique o justifique.