Alejandra Vilches
Si abrimos nuestras redes sociales, escuchamos noticias o leemos el periódico acerca del mercado financiero, cada vez las cosas parecen ser más caóticas. Las acciones bajan, los bonos suben, las criptomonedas bajan, el euro vale igual que el dólar…y en lo que nos tratamos de documentar más, el tiempo pasa y no tomamos acción al respecto. Si los mismos especialistas no se ponen de acuerdo si entraremos en una recesión o no, ¿qué se espera nuestra toma de decisión respecto a nuestro dinero?
Afortunadamente, tenemos puntos clave que podemos atender en tiempos inciertos y volátiles. Lo primero: presupuesto, presupuesto, presupuesto. ¿Sabemos en qué gastamos? Los gastos hormiga, los cargos automáticos a la tarjeta de los servicios, hacen que nos perdamos en nuestros egresos. Identifiquemos con gran detalle cada una de las salidas de dinero, de nuestra tarjeta, de nuestro bolsillo o cualquier fuente de dinero. Ahora bien, el objetivo dos debe ser minimizar los gastos innecesarios. ¿Cuántos servicios de streaming tenemos? ¿Podemos minimizar las compras en Amazon? Y el objetivo tres, antes de decir ahorrar, es minimizar las deudas. Desafortunadamente en México los gastos financieros son altísimo, y las tasas de interés de cualquier producto de financiamiento con el poder del interés compuesto puede cimbrar nuestro patrimonio. Si habrá recesión o no, si la inflación seguirá subiendo a niveles acelerados, lo que sí es seguro es que el futuro financiero no se ve muy alentador. Apretar el cinturón es necesario, hoy más que nunca.
MT