Kike Mireles
Pasó lo que se veía venir. ‘Alito’ Moreno pasó a ser ‘Aliadito Morena’; entregó en ofrenda al tlatoani la guardia militar, su partido y, de pilón, la alianza, para salvar su pellejo.
Atrás quedaron los días en que se posicionó contra el régimen obradorista, atrás quedaron sus arranques en la Cámara de Diputados señalando el autoritarismo, esta vez los cambió por abrazos de los diputados morenistas más extremistas, esos que él mismo señaló y los que irónicamente lo atacaban y hoy callan. Así como cayó el rugido del jaguar de la gobernadora campechana Layda Sansores, ‘Aliadito’ ha emprendido la batalla por blindar al presidente y su guardia militar. Ante una inminente acción de inconstitucionalidad, ahora sí van por reforma constitucional. Todo quedará en manos del Senado tricolor, que ahora abandera Chong, aunque ya quedo claro que Alejandro Moreno decidió pasar a la historia diciendo “más vale aquí marchó que aquí murió”.
MT