Enrique Älvarez Garibay
@alvarezgaribay
Mi WhatsApp y los mensajes privados de mis redes sociales se han desbordado. Mis buzones están llenos de mensajes que me preguntan si tengo estampas del álbum Panini del mundial para cambiar.
Las preguntas provienen de amigos, de conocidos que saben que me gusta el futbol, de amigas de mi esposa que tienen hijos, de conocidos virtuales de redes sociales y hasta de un golfista que odia el futbol. Mi respuesta ha sido “no estoy coleccionando el álbum” y todos me preguntan “¿por?”.
Que tanta gente de diferentes perfiles se involucre en esta actividad nos lleva a detectar que la gente está ávida de pertenecer a la fiebre de la Copa del Mundo, o que le interesa que su hij@ viva, se divierta y sea parte de esta gran fiesta mundial.
El mismo efecto del álbum se ve reflejado en el ‘jersey’ de la selección nacional. Vestir la tricolor se convierte en un tema imprescindible, aunque en el guardarropa no haya camisas de futbol y aunque no se usen después de este torneo futbolero.
Lo que quiero hacer notar es la fuerza que tiene el futbol para congregar a casi todo el mundo durante un mes cada cuatro años, como si hubiera un anuncio de que el Mesías ha regresado.
Si estás esperando leer que te diré que no seas villamelón y que dejes esta fiebre para los verdaderos aficionados, no lo vas a leer. Súmate a la pasión por el mundial. Disfruta la época. Diviértete con todo el entorno. Reúnete con la familia y amigos. Vístanse de verde. Píntense la cara.
Esa es la naturaleza del futbol. Reunir gente. Crear diversión. Emocionar masas. Hasta por nuestro entorno político y social, hace falta un buen pretexto para unirnos. Sumérgete en la ola verde. ¡Es momento de disfrutar!