Alejandro Gutiérrez Balboa
Alrededor de 500 elementos cubanos han sido contratados por el gobierno de México para atender los déficits en -según se ha dicho- zonas rurales. Recientemente se anunció la llegada de 60 de ellos al estado de Nayarit, donde supuestamente se habrían incorporado dentro de la red del IMSS en municipios nayaritas.
Se anunció que entre los pretendidos galenos se hallaban especialistas en cirugía, medicina interna, ginecología y anestesia. Se ha señalado que esto es falso.
Y es que, como ocurre en prácticamente todos los lugares a donde han sido enviados, también en México han encontrado una oportunidad difícilmente repetible y han empezado a desertar. Se maneja ya alrededor de 17 desertores y uno de ellos ha hablado y denunciado la cadena de mentiras y engaños alrededor de este grupo.
Para empezar, no son especialistas y muchos ni siquiera son médicos, sino técnicos de la salud, a veces ni siquiera enfermeros. A los especialistas el gobierno cubano no los envía a las “misiones” extranjeras porque son pocos en Cuba y con las deserciones se quedarían sin ellos, provocando todavía más problemas en la isla.
Pero otra revelación es que hay militares entre los pretendidos médicos y que nada tienen que ver con la medicina. Su labor no está clara y nada bueno resultará de esos engaños. Mintió el presidente mexicano, mintieron los cubanos y han mentido los responsables del sistema de salud mexicano al no denunciar este hecho que tiene varias aristas criminales.
México es firmante del Estatuto de Roma, que da sustento jurídico a la Corte Penal Internacional. Esta Corte tiene abierta una causa contra Cuba por permitir y fomentar la esclavitud, que no otra cosa es el envío de “especialistas” médicos, a los que el gobierno despoja del 94% del dinero que cobran. En consecuencia, el presidente mexicano puede ser sujeto de un nuevo juicio en la misma Corte por colaborar y fomentar ese tipo de esclavitud.
Todo esto sin contar con la pospuesta reacción del Congreso y gobierno norteamericanos, por la misma causa. Ya hay procesos en curso y son de esperar otro tipo de sanciones a nuestro país por este tipo de prácticas fraudulentas, engañosas y que apuntalan un régimen, el cubano, que cada día se resquebraja y muestra signos de una agonía prolongada que ya no podrá ser revertida.