El pasado día 11 de agosto, se cumplieron 339 años de la fundación del Beaterio de Nuestra Señora de los Dolores, ahora monasterio, que se encuentra a cargo de las religiosas de la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís (TOR), una institución de las pocas en Latinoamérica que permanece en el mismo lugar de fundación y con la misma orden a pesar de los años que han pasado desde que inició sus actividades y a pesar de las cuatro exclaustraciones que han sufrido con motivo de los diversos acontecimientos en la historia de nuestro México.
Habiéndose fundado San Juan del Río en el año de 1531, fue incrementando su población y esto hacía necesario el establecimiento de lugares para impartir educación, sobre todo, a los niños y jóvenes que iban poblando este lugar; es entonces que en el año de 1670, Sor Alejandrina González de la Orden Franciscana, abre un establecimiento denominado “Colegio de Nuestra Señora de los Dolores de Niñas Educandas”, el cual tenía como objetivo primordial brindar educación a las niñas de las familias sanjuanenses, siendo su primer ministro el Bachiller don Simón Núñez Bala.
En el año de 1683, Fray Antonio de Linaz de Jesús María llegó de España acompañado de 23 religiosos que venían a fundar el Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro; entre ellos venía el venerable Fray Antonio Margil de Jesús y, al pasar por San Juan del Río, se hospedaron en el mencionado colegio de niñas. Fray Antonio Margil vio entonces la necesidad de reorganizarlo, por tal motivo, consiguió la donación de un espacio suficientemente grande para la nueva fundación y, con la ayuda de las hermanas Josefa, Isabel, Ana y Beatriz Flores, hijas de señor Juan Flores y Frías y la señora Graciana Pérez y Tapia, se inicia lo que se conoció como “Beaterio de Nuestra Señora de los Dolores”, dicha fundación fue el día 11 de agosto de 1683; en ese mismo día, las hermanas Flores recibieron del hábito de la Tercera Orden Regular de San Francisco y, desde ese día, se dedicó el nuevo lugar para ser casa de recogimiento para todas las jovencitas que quisieran vivir consagradas al servicio de Dios en oración, silencio y penitencia.
Y es así como comienza la historia de uno de los lugares más queridos por los sanjuanenses en donde las personas de la ciudad y de la región encuentran la ayuda de las hermanas que viven ahí en un espíritu franciscano, de oración y de servicio.
Este lugar posee un bello claustro, sencillo, pero con toda una armonía con el resto del convento y un bello templo con una excelente decoración neoclásica del siglo XIX, en donde se manifiesta la belleza de la pintura mural al igual que las ricas maderas labradas. Sobresale, en el altar mayor, la bella imagen de Nuestra Señora de los Dolores, la cual fue creada por un escultor de apellido Camacho, mismo que se inspiró en su hija para hacer la mencionada obra, logrando, sobre todo, un rostro que inspira grandes sentimientos de piedad.
El Beaterio cumple 339 años en servicio y en oración, servicio al prójimo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís y en oración como casa en donde se pide por todas la necesidades de humanidad de manera permanente.
MT