Enrique Álvarez Garibay
@alvarezgaribay
Salí de ver la película de ‘Elvis’ y encontré en su vida varias analogías que pueden ser aplicadas al futbol y pueden explicar por qué es el deporte líder en el mundo.
AMOR DE LOS FANS
Cuando los fans encuentran algo auténtico, que desean y que los representa, lo seguirán a pesar de las dificultades, de la autoridad en contra y del que dirán. A pesar de que el futbol está lleno de escándalos de corrupción, intereses contrarios al deporte y partidos aburridos, los aficionados seguimos atraídos por buenos cinco minutos de emoción, gambetas, velocidad y entrega, aunque vengan acompañados de 85 minutos de mal espectáculo.
CAMBIO DE ESENCIA
Quisieron detener el baile de Elvis. Le cortaron el cabello. Lo llevaron a cumplir con la milicia estadounidense. Lo hicieron actor de Hollywood, pero cuando retomó su guitarra, cuando volvió a mover su cadera y cuando regresó a su origen musical, las masas volvieron a seguirlo.
El futbol puede cambiar, puede volverse más comercial, puede perder en ocasiones interés… pero cada cuatro años regresa a su naturaleza. A juntarse para representar un país. Reunirse para defender el honor. Ganar para demostrar una identidad que no tiene que ver con economía.
IRREPETIBLE
Lo hecho por Elvis no puede ser imitado. Tiene una ciudad que aún respira su esencia y tiene la música que sigue siendo un referente. El futbol es igual. No importa lo nuevo que surja. El gol del saludo, el partido del siglo, la Naranja Mecánica o la mano de Dios nos invitan a recordar que lo que se hace en la cancha se graba en piedra y queda tatuado en la memoria del aficionado.