Con espolones de gallo
De suyo, desde hace mucho tiempo, haciendo un paréntesis con Grupo Imagen, nuestro equipo ha estado lleno de incertidumbre y de planteles baratos y este año no fue la excepción.
Al revisar nombre por nombre, con tristeza vimos que no hay mucho con qué competir, si el plantel del torneo pasado hubiera sido de peso, estaríamos felicitando a la directiva por “la continuidad”, pero en realidad, consideramos que no se fueron todos los que se tenían que ir y tampoco se trajo gente de mucho peso específico; me da pena decirlo, pero los “refuerzos” son totalmente del “montoncito”.
No nos explicamos, cómo es posible que siga gente becada, ¿qué mostraron Torres (16), Romagnoli (8), Angulo (19) y sobre todo, Martínez (28), para quedarse? Hubiera sido más sano juntar el sueldo de los cuatro y traer un verdadero aporte a la media cancha.
En fin, es lo que hay, y dado el cariño que le tenemos a este equipo, estaremos apoyándolos con todo, en el entendido que “apoyar” no significa no señalar errores, si a nuestra óptica así los vemos.
Y justo hablando de colores, una palomita, queremos felicitar al buen gusto, de quien haya sido, quien escogió el uniforme de local, que nos hace evocar, a manera de homenaje, a “la segunda parte” (post Armando Presa, sí porque el uniforme del él era tricolor y con un tractor gigante en el pecho) de aquel Atletas Campesinos, que cerrando la década de los 70 y abriendo la de los 80 nos dio la alegría, de por primera vez, probar la miel y la hiel de la Primera División para un equipo local, ¡qué recuerdos, hasta jóvenes éramos!
Lo que sí, consideramos un gran error es no mantener un uniforme blanco, dado que es nuestra esencia original, con el color albo empezamos nuestro peregrinar en este azaroso mundillo del futbol profesional, se les olvidó y nos colocaron un celeste que más bien nos recuerda al Tampico, con muy poca sensibilidad porque es el color que vistieron los Campesinos cuando los vendieron. Un tache.
Nos despedimos rezando, para que haya sido un resultado positivo y no una goleada.