¿Qué hace un tirano, el líder del narcotráfico de su país, Nicolás Maduro, en Irán?
El pasado jueves, al tiempo que se efectuaba la fallida y decepcionante Cumbre de las Américas en Los Ángeles, Maduro volaba a Turquía para reunirse con su autoritario líder Recep Tayyip Erdogan. Éste ha hecho todo lo posible por bloquear el ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN (de la que Turquía forma parte), así como la de Ucrania a la Unión Europea, lo que va en perfecta sintonía con los intereses de Vladimir Putin. Un líder populista de derecha trabajando por los intereses rusos.
Por cierto, para salir del país, Maduro necesita autorización del legislativo, la Asamblea Nacional controlada totalmente por él. La autorización se dio una hora después de que el avión presidencial venezolano hubiera aterrizado en Ankara. Peccata minuta.
De Turquía marchó a Argelia, país que ha roto un tratado comercial con España y le ha amenazado con cortar toda relación comercial, lo que ha provocado la intervención de la Unión Europea. Argelia desde su independencia se ha alineado con las políticas rusas y apenas el pasado 10 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, estuvo de visita en Argelia. Que en plena guerra con Ucrania, el ministro viaje a este país tiene que ver con la próxima reunión de la OTAN, a celebrarse en Madrid el 29 y 30 de este mes.
Y de Argelia, Maduro viajó a Irán, otro país alineado con los rusos y que enfrenta toda la hostilidad activa de Israel por la creciente actividad de enriquecimiento de uranio, de cara a la construcción de armas de este tipo, algo simplemente inaceptable para Israel. Una nueva etapa del viaje del venezolano es Kuwait.
Ninguno de estos países árabes tiene dinero ni proyectos de inversión en la quebrada Venezuela, a pesar de las favorables condiciones que ahí prevalecen.
Si a lo anterior agregamos el avión venezolano con militares iraníes descubierto en Argentina hace unos días, tenemos que Nicolás Maduro prepara acciones en América Latina para apuntalar la posición rusa en contra de los intereses norteamericanos e israelíes. Lejos de favorecer cualquier posición de algún país latinoamericano, este nuevo eje populista de izquierda seguirá causando la desgracia y la miseria de nuestros países, aprovechando la evidente debilidad del mandatario norteamericano y el conflicto que vive este país manifestado ahora con el juicio por la invasión al Capitolio provocada por Trump y sus seguidores.