Enrique Álvarez Garibay
Pasados los lamentables hechos del 5 de Marzo en el Estadio Corregidora se estigmatizó a nivel nacional a la afición queretana.
Diversos periodistas dijeron que Querétaro no merecía la plaza de Liga Mx. Mikel Arriola se mostró valentón y dijo que sancionaría a los culpables. Y desde diversas ciudades han mencionado la palabra asesinos para describir a la afición emplumada.
El tema se ha venido enfriando, y las ganas de poner orden también. A pesar del grave incidente en Querétaro, y de las “medidas implementadas” de la Liga MX, en los partidos de la liguilla vimos broncas en el Chivas vs Atlas, en el Cruz Azul vs Tigres, y ayer hubo lastimados en las taquillas del Estadio Azteca en una absurda estampida por obtener boletos para la semifinal entre América y Pachuca. ¿Y las medidas de seguridad? ¿Y las sanciones?
En una columna de Marzo señalé las medidas adoptadas por la Liga Premier para detener y terminar con los Hooligans. De esas medidas no se ha adoptado ninguna. Y mientras tanto, seguimos viendo brotes de violencia en los Estadios.
¿Acaso están esperando otro hecho grave para tomar decisiones que salvaguarden al verdadero aficionado?
Los pasos más sólidos para detener estos hechos no han venido de autoridades de futbol. Se han realizado de manera local en Querétaro. Se dictaron órdenes de aprehensión contra participantes en la riña. Ayer salieron más órdenes para buscar a personas involucradas del estado de Jalisco.
Considero que la Liga MX requiere mano dura. Debe de trabajar con el poder judicial para penalizar estas acciones y evitar en un futuro un suceso similar al del 5 de Marzo.