Raúl D. Lorea
@ArqLorea
Continuando con el tema de la semana anterior, tras las indagaciones de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), se encontró el origen de la radiación, llegando al “Yonke El Fénix” y encontrando que este se había contaminado casi en su totalidad con Cobalto-60.
Tras monitorear las calles, llegaron a un barrio donde encontraron una camioneta totalmente contaminada, misma que había sido utilizada por el personal del hospital que trasladó el equipo de radioterapia al yonke. Esto sucedió al desmantelar el equipo para su traslado, ya que perforaron erróneamente el centro radiactivo del equipo, dispersando así gránulos de cobalto-60.
La camioneta fue trasladada, por personal de la CNSNS al parque “El Chamizal”, a las orillas de la ciudad, dejándola a la intemperie y, lamentablemente, sin ninguna advertencia para quien se acercara.
Tras un largo proceso de investigación, la CNSNS, identificó a unas 4,000 personas que fueron expuestas al Cobalto-60. Afortunadamente, los radioisótopos poseen una cualidad degenerativa con la que pierden su intensidad con el paso del tiempo, de tal forma que, de cada 1,000 gránulos de cobalto esparcidos, unos 450 seguirían activos para 1984.
Después se evaluó a todas las personas contaminadas, incluyendo al técnico y al compañero que le ayudó con el traslado del equipo. Sin embargo, no se realizaron más pruebas posteriores y a la fecha no es posible determinar la gravedad del daño provocado.
Continuaremos la siguiente semana con este preocupante caso de los años 80.