Fernando Islas
Vaya situación la que estamos viviendo en Querétaro, por un lado los primeros meses de la administración de Mauricio Kuri han sido intempestivos, muy lejanos al sueño que buscaron vendernos en campaña, la inseguridad es el pan de cada día, los asaltos a mano armada son cada vez más recurrentes, la cultura de la violencia empieza a verse de manera recurrente y con preocupante normalidad, el robo de autos ha alcanzado una cifra alarmante y para nuestra poca fortuna, el paquete parece quedarle grande no sólo al gobernador, sino a todo el gabinete.
Sucesos como el de 5 de marzo demostraron que la improvisación y la simulación, son parte de la política pública queretana, casos como el de Victoria y Cuauhtémoc, reflejan como la justicia en nuestra entidad es un privilegio que pocos gozan, la brecha de desigualdad sigue creciendo en nuestro estado y mientras el caos se apodera de nuestro día a día, los representantes populares y funcionarios públicos, están más preocupados por ir pavimentado su camino a un próximo cargo, que desquitar el sueldo por el cual están contratados en la actualidad.
No cabe duda que pasar de campaña a gobernar es un paso nada sencillo, sin embargo es preocupante lo que estamos viviendo hoy en día, desafortunadamente las diferentes fuerzas políticas han decidió alinearse con la actual administración, salvo honrosas excepciones como es el caso del senador Herrera. Tiempo al tiempo, las y los queretanos merecemos que la dignidad sea una virtud de los que nos representan y gobiernan, de no tenerla, no merecen estar en los puestos de decisión.
Lo que es indudable, es que la carrera por el 2024 ya comenzó.