Mario Maraboto
Una de las actividades humanas más antiguas es la de buscar información de forma clandestina con el fin de satisfacer ciertos intereses, aún a costa del desprestigio o ruina de terceros; robar cartas, interceptar comunicaciones o escuchas clandestinas, son sólo un ejemplo de esta actividad mejor conocida como espionaje.
En muchos casos la información así obtenida se maneja con gran discreción, en otros, el plan es difundir esa información, en ambos casos, acorde a una estrategia delineada para el logro de un objetivo. Cuando el plan es liberar la información, la mejor forma de hacerlo en la actualidad es a través de los medios de comunicación institucionales y/o las redes sociales, afectando por igual a políticos que a empresarios, lo mismo a funcionarios públicos que a sus familiares y amigos, o a artistas y deportistas.
El caso del Fiscal Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR), por la filtración de algunas conversaciones telefónicas sobre el caso de su excuñada, reveladas el pasado mes de marzo, es el más reciente de una larga serie de intervenciones telefónicas clandestinas que en México se han revelado a través de los medios de comunicación.
Entre algunos de los casos más recordados figuran: el “Comes y te vas” de Vicente Fox a Fidel Castro, con lo que buscaba evitar que el mandatario cubano coincidiera con el de Estados Unidos en una conferencia internacional; el guardarropa del ex gobernador Andrés Granier, quien presumió de tener 400 pares de zapatos, 1,000 camisas, 300 trajes y 400 pantalones adquiridos en Beverly Hills; o la del “Gober Precioso” que reveló las complicidades entre el ex gobernador de Puebla, Mario Marín y el empresario Kamel Nacif, vinculado a una red de pederastia.
Las intercepciones telefónicas no son exclusivas de México ni están limitadas a políticos o gobernantes. Estos son algunos ejemplos:
Rupert Murdoch, dueño de News Corporation tuvo que dar la cara cuando una de sus publicaciones, “News of the World”, fue acusada de espiar conversaciones telefónicas. Los periodistas del medio intervinieron el celular de una menor que fue secuestrada y luego asesinada en 2002. En el 2007, un corresponsal y un investigador del mismo medio fueron encarcelados por intervenir los celulares de los empleados de la realeza británica para divulgar una historia sobre una lesión del príncipe Guillermo.
El News of the World, publicó su última edición en julio de 2011, luego que se probó que había intervenido hasta 4,000 teléfonos incluyendo el de Milly Dowler, la menor secuestrada y muerta, a cuyo buzón de voz accedieron reporteros del diario cuando estaba desaparecida, para generar “nota” respecto a su secuestro.
Por su lado, Dan Cooper, Ex editor de noticias de Fox News confesó que en julio de 2011 ayudó a diseñar una unidad denominada “Brain Room” (una especie de cuarto de inteligencia) en donde se realizaban labores de contra inteligencia sobre canales competidores, lo que incluía el grabar conversaciones telefónicas privadas. Asimismo una red interna de supervisión se encargaba de leer los correos de todos los colaboradores para asegurar que no estaban filtrando información hacia otros medios.
En noviembre de 2010, una reconocida agencia de relaciones públicas americana fue demandada en Washington D.C. por Greenpeace bajo el supuesto de haber empleado “medios ilegales” para obtener información confidencial sobre el grupo ambientalista, para anticipar y frustrar algunas campañas que tenía planeadas.
Independientemente de las intenciones de hacer este tipo de intervenciones clandestinas, lo cual es totalmente ilegal, la realidad es que la tecnología pone al alcance de cualquier persona los elementos necesarios y a bajo costo para lograrlo.
Con todo lo anterior, es evidente que ni entidades de gobierno, ni empresas privadas, ni agencias de relaciones públicas, ni medios de comunicación, y prácticamente nadie, está libre de ser escuchado subrepticiamente para luego ser exhibido públicamente.