Gonzalo A. Flores/Infrasónico
Hay dolencias colectivas y la música es una de las vías que los seres humanos han encontrado para converger pensamientos y exponer problemáticas, visibilizar necesidades y empujar a las conciencias que llegan a esos conjuntos de notas hacia la reflexión de lo que sucede en nuestros entornos.
Son llamados a no ser ajenos ni indiferentes como sociedad. Exhortos a que la triste deshumanización no nos alcance. A contrarrestar la divergente creencia de que sino me pasa a ti o a mí, no pasa o no lo vemos.
Dese hace muchos años, mujeres han compuesto canciones para advertir y denunciar la violencia a la que se enfrentan día tras días. Janis Joplin en 1967, daba voz al tema ‘Women Is losers’; en 1980, Joan Jett lanzó el tema y álbum ‘Bad Reputation’; en ambos casos, se advertían situaciones de maltrato por ser mujeres, por ejemplo. Son décadas transcurridas de voces femeninas que exigen ser escuchadas, porque son el sentir de otras miles más.
Madonna en 2016, sentenció un discurso impecable e implacable de denuncia de maltratos a lo largo de su vida y en pro de la defensa de la libertad de las mujeres durante la premiación de Billboard que la nombraba la Mujer del Año.
La noche del sábado, aquí en la ciudad, las integrantes de Flor de Toloache entonaron la canción ‘Ruiseñor’, donde llamaron a las niñas y mujeres a que nada calle su voz, composición de su autoría que compartieron con los asistentes al Festival Querétaro Experimental.
De aquí de Querétaro, como otro ejemplo, es la banda Pizarnikas, cuatro jóvenes mujeres que a fines de marzo estrenaron una nueva canción en referencia a la violencia económica.
Ellas, a propósito, serán las encargadas de abrir la tercera edición del Festival Pulso en la entidad, tras ganar la batalla de bandas locales gracias a su potencia y a lo genuino de su proyecto.
Ellas mismas compartieron en sus redes: “Nosotras las Pizarnikas no decimos que somos representantes de nada, somos humanas y podemos cantar algo serio que tenga que ver con comunicar las guerras del agua en Puebla, feminicidio en Querétaro, la felicidad de las niñas Subversivas y rebeldes hasta ‘dame mi dinero perro’ para tu deudor”.
Actualmente son ellas las que tienen los cantos de enojo, denuncia y tristeza. Masta Quba, otra propuesta queretana, en su tema “Nosotras tenemos otros datos”, también hace referencia la violencia contra las mujeres, las desapariciones, las violaciones. Y en todos los países hay proyectos que se dirigen hacia el mismo enfoque.
Casos como el de la pequeña Victoria de 6 años, abusada y asesinada en El Marqués, aquí en Querétaro, o el caso de la joven Debanhi o la cantidad de mujeres desaparecidas en Nuevo León y en todo el país, hace que sea necesario volver a escuchar.
A escucharlas a ellas que desde hace mucho nos advierten y nos confrontan con una realidad violenta que enfrentan. Los cantos de ellas no se pueden ignorar.