Joel A. Bravo Anduaga
A estas alturas del conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que queda claro son los diferentes flancos que tiene la disputa, los cuales trascienden a estos dos países. Está en juego el control de varios espacios, entre los cuales el territorial es solamente uno de ellos y, quizá, no es el más importante.
Otro espacio en disputa es el virtual, específicamente en los medios de comunicación. La censura que los gobiernos occidentales han impuesto a los medios rusos o a los que no condenan las acciones del gobierno de Moscú, deja claro el temor de un escenario virtual que tienda al equilibrio.
Igualmente, se tratan de controlar espacios financieros con base a la prohibición y/o al uso de determinadas divisas. El dólar estadounidense y el euro son limitados para las transacciones comerciales y financieras rusas. En contraparte, el rublo ruso y el yuan chino son propuestos por las autoridades de sus países para que sustituyan o sean alternativas, a mediano y a largo plazo, de las monedas occidentales.
La guerra ruso-ucraniana está cambiando la correlación de fuerzas en varios espacios. En los próximos meses observaremos el proceso y los respectivos resultados. Espacios territoriales, económicos-financieros y varios más dibujarán esquemas de poder diferentes a los actuales y sus efectos ya se empiezan a observar a nivel global.
MT