Karem Montes de Oca
Esta semana recordamos el 8 de Marzo. Sin embargo, no es una celebración sino un día donde más enfáticamente recordamos la lucha que miles de mujeres mantenemos día a día en el espacio público y la seguridad otorgada por las autoridades. Muchas mujeres salimos a las calles y exigimos respeto.
Hoy por hoy, muchos hombres pueden permanecer indiferentes. Quizá pueden pensar que somos exageradas, pero ¿le han preguntado a su madre, a su novia, esposa o hija qué tan seguras se sienten cuando caminan, andan en bicicleta, esperan el transporte publico o esperan el siga en un alto?
Las mujeres siempre preferiremos el lugar más iluminado, el menos solitario, el lugar donde haya más mujeres cerca. Nuestro sentido de seguridad y supervivencia nos orilla a pensar en eso en nuestra vida diaria.
Respeto a la vida, respeto a nuestras decisiones; es decir, ninguna debería de sentir miedo de usar un vestido, no debería de sentir miedo de caminar o rodar sola por la noche. No debería de tener miedo a ser violada y matada. No debería de sentir miedo, pero lo siento.
Las autoridades deben de tener en cuenta primordialmente la perspectiva de género en cómo se diseñan y vigilan nuestras calles y el espacio público: calles bien iluminadas, una autoridad vigilante con rondines o cámaras en buen funcionamiento y, sobre todo, que no permitan que la delincuencia se apropie de nuestros espacios pues eso nos vuelve vulnerables. Hay tanto por hacer. ¡Continuemos la lucha por TODAS, nos queremos vivas!
MT