Se consagra como figura en 1776, convirtiendo el toreo en una técnica exacta, sobria y eficaz, preparando al toro para la muerte
Juan Carlos Sámano
“El toreo no se hace con las piernas, sino con las manos”. Esta es una de las primeras aseveraciones surgidas en el mundo taurino, fue dicha por Pedro Romero a finales del siglo XIX y al día de hoy tiene tanta validez como en su momento. Es triste ver que en este mes de febrero pasado, al cumplirse 182 de su fallecimiento, muy pocos medios y aficionados recuerdan al gran Pedro Romero y su aportación a la tauromaquia.
Torero que debe de quedar en la historia como ejemplo de valor, probidad y competencia. Así se refiere al ‘Maestro de Ronda’, José María de Cossio, en esa gran obra conocida como ‘El Cossio’. Mató alrededor de 5 mil toros sin sufrir percance grave alguno. Estoqueador inigualable, ejecutándola de manera perfecta. Torero de dinastía, su abuelo Francisco Romero fue quien utilizó por primera vez la muleta y espada para dar muerte a un toro de lidia, y Pedro aporta a la suerte de recibir finura y elegancia.
Se consagra como figura en 1776, convirtiendo el toreo en una técnica exacta, sobria y eficaz, preparando al toro para la muerte, estilo propio de la llamada Escuela Rondeña, y fue considerado el primer matador de toros de la época, a diferencia de ‘Costillares’ y Pepe-Hillo, quienes fueron llamados los primeros toreros. Dirigía la lidia con la intención de enfocarla a la muerte del toro, a diferencia de Pepe-Hillo, quien consideraba que la faena debería de ser constante desde el principio.
Rivalizó con ‘Costillares’ en 1775 y con Pepe –Hillo en 1778, rivalidades apasionadas que terminaban en actos violentos por parte de ambos seguidores. Impuso también un estilo con la capa y muleta, basado en un toreo reposado y quieto, bajando los brazos, fundamentos importantes en el toreo de clase de hoy en día. Decía el Maestro Rondeño: “El que quiera ser lidiador, ha de pensar que de cintura abajo carece de movimiento”. Sirvan estas líneas para recordar a tan importante personaje y su importante legado a la tauromaquia.